1. DEL SUR AL NORTE: La de Michael Jackson es una historia extraordinaria. Pero no única. Gary forma parte del cinturón industrial de Chicago. Una ciudad próspera de relajadas costumbres. Para Joseph Jackson, esa vida nocturna es un recordatorio de sus fracasos. Padre de familia numerosa, Joe debe renunciar a la música para manejar la grúa. Tanto Joe como Katherine pertenecen a la gran migración de afroamericanos que abandonan el Sur para prosperar en el Norte, en un clima social más tolerante, pero no exento de humillaciones.
Ese periplo marca sus actitudes. Katherine disimula sentimientos antisemitas, Joe disimula rencores mientras busca asociarse con mánagers blancos que faciliten el ascenso de sus chicos. En 1963, con ocho hijos, Joe Jackson tiene material humano para montar un grupo. Es un profesor implacable que usa la violencia física.
2. EL NIÑO DORADO: Michael Joseph Jackson nace el 29 de agosto de 1958. Le llaman Mike y se asombran de su avidez de escenarios. En 1964 los Jackson salen del cascarón. Rápidamente, Mike adquiere protagonismo: dirige las coreografías, se convierte en el cantante principal.
3. MOTOWN: Éste es el principal sello dirigido por un negro, Berry Gordy Jr. Diana Ross (entonces su pareja) llama su atención sobre los Jackson 5. En contra de la amable imagen de Motown, era una empresa autoritaria donde los cantantes únicamente cantan. Son meses de trabajo duro. Deben presentar una cara radiante, ni rastro de los conflictos familiares. En1970, son un fenómeno.
4. EMANCIPACIÓN: Con toda la familia en Hollywood, crece la rebeldía de los muchachos. Personal y artística. Y encima, se distancian de los éxitos. Sienten que ya no son el principal objetivo de la compañía y deciden irse. Y descubren que el contrato está repleto de trampas. Si abandonan la compañía no pueden grabar durante cinco años. Pagan a Motown 600.000 dólares y varían el nombre a The Jacksons. A partir de 1977 vuelven a las listas.
5. LA VISIÓN INTEGRADORA: Michael es autodidacta. Se empapa de lo que hacen los técnicos, los músicos, los productores. Sigue la estela de Stevie Wonder y Marvin Gaye. Pero no es tan rebelde. Para relanzarse como solista se pone bajo la protección de Quincy Jones, que tiene pátina de jazzman, pero siempre ha sabido moverse en el mercado pop. En 1979, cuando sale "Off the wall", Quincy y Michael apuntan a un mercado saturado de disco music. Ahora se requiere un cantante que muestre vulnerabilidad. Él lo logra.
6. CONSAGRACIÓN: Con Thriller se refina la fórmula. Y se aprovecha al máximo con el videoclip, perfecto para sus asombrosos bailes. Según la leyenda, la MTV no programa videos de artistas negros. CBS se pone dura y amenaza con cerrar el grifo de sus videoclips si no se emite Billie Jean, de Michael; la cadena claudica. Bob Pittman, de MTV, puntualiza esa versión. Aun reconociendo que se prefería a los rockeros fotogénicos, explica hoy que el veto se aplicaba a figuras como Rick James que ofrecían erotismo grueso: "Éramos conscientes de que Michael se había convertido en una superestrella". Michael se transforma en la primera estrella global. Tal vez Bob Marley haya logrado mayor impacto musical, pero el reconocimiento visual de Michael no tiene equivalente.
1. EL ENDIOSAMIENTO: Cuando Thriller lleva más de 40 millones de discos (legales) vendidos, empieza a planificar el siguiente paso. Escribe la cifra mágica: "100 millones". Cree que, simplemente, con la fuerza de su voluntad puede duplicar su público. Nadie se atreve a contradecirle. Sale Bad" y efectivamente, todo es más grande. Hasta el clip del tema principal dura más que el de Thriller (y viene firmado por Martin Scorsese). Pero ya estamos en la tercera entrega del equipo Michael-Quincy, y la fórmula mágica se agota. Jackson vende muchos millones de Bad pero, con los objetivos que él mismo se ha fijado, no le alcanza. Huye hacia delante, con una multitudinaria gira mundial.
2. MEGALOMANÍA: Lo cuenta Walter Yetnikov, el jefe de Sony, en su biografía: Michael le implora que mueva sus influencias para que Quincy Jones no reciba premios por Thriller: "Quincy ya tiene muchos Grammy; y después de todo, es más una producción mía que suya". Si MTV otorga a Madonna ("¡esa buscona!") el título de "artista de la década", hace un berrinche. Y consigue que le concedan un premio a su medida: "Artista de la década en la vanguardia del video". También quiere un mote propio. No va a ser menos que Elvis (El Rey) o Sinatra (La Voz). Sony insiste en que toda mención a Michael Jackson sea seguida por la descripción de "El Rey del Pop". Y resulta. Exige también rituales de jefe de Estado. Para el lanzamiento de HIStory se fabrican estatuas colosales. En videos y actuaciones se postula como el apóstol de los niños, el vencedor del comunismo, el salvador del planeta.
3. EXCÉNTRICO RECLUSO: En los ochenta, Michael decide que el artista número uno debe estar presente en los medios de forma continua. Su organización siembra historias: que duerme en una cámara hiperbárica, que quiere comprar el esqueleto del "hombre elefante"... No es buena idea. Da lo mismo que sea verdad o promoción: lo rebautizan Wacko Jacko (Excéntrico Jacko).
4. NI BLANCO NI NEGRO: Michael y su familia insisten en que su cambio de aspecto obedece a la dieta vegetariana, a una enfermedad cutánea. Lo que pudo ser una opción personal se transforma en debate sobre la negritud.
5. SEXUALIDAD CONFUSA: Hablan de trauma infantil. Incluso de un hermano que lo encierra a los 15 años con dos prostitutas, pagadas para arrebatarle la virginidad. Sus relaciones con el otro sexo tienden a lo desastroso. Acepta citas con mujeres audaces que lo asustan. Se casa con la hija de Elvis Presley en lo que parece un delirio promocional, tiene una boda blanca con alguien que le sirve de madre de alquiler. Y siempre manifiesta una atracción, no sabemos de qué naturaleza, con los niños.
6. UN LEGADO TURBIO: Los años que preceden a su brusca desaparición, el 25 de junio, son una sucesión de disparates. El implacable negociador, capaz de birlar a su amigo McCartney los derechos de las canciones de los Beatles, no sabe hacer las matemáticas elementales para equilibrar gastos e ingresos. Conviene reconocer igualmente a la estrella audaz, capaz de jugárselo a todo o nada: una tanda de cincuenta conciertos en Londres. Su muerte luce misteriosa, incongruente, estúpida. Pero ha propiciado la gran reconciliación. La multitud asume la fragilidad de la existencia y finalmente perdona: "Pudo ser un monstruo, cierto, pero era nuestro monstruo".
