El 25 de enero se cumplieron dos años de la rotura del álabe de la turbina de la generadora rionegrina Turbine Power, que fue licitada con promociones especiales que terminaron pagando todos los rionegrinos en la tarifa de electricidad. El sistema regional sufrió ese primer verano los problemas de tensión que provocó la salida de servicio de la usina, en el 2009. La caída de la demanda alivió la situación y por ahora es una incógnita qué pasará este año, cuando se ponga en marcha el empaque y los frigoríficos funcionen a full.

Turbine Power se impulsó desde el gobierno con beneficios estatales y tarifas superiores a las del mercado que pagaron durante cinco años los rionegrinos.

Los argumentos de la administración de Pablo Verani se derrumbaron muy rápido porque se perseguía garantizar el suministro en caso de escasez, como si se tratara de una reserva fría y la provincia fuera un mercado aislado del país. Lo cierto es que hasta que se incendió la turbina esta central ayudó a mantener la tensión en la red de 132 kilovoltios que nace en la Confluencia neuquina y llega a Villa Regina, ante la falta de inversiones en transporte. Todo indica que esas inversiones se realizarán este año, cerrando un anillo eléctrico en el Alto Valle que pondrá fin a las restricciones en una región que "exporta" energía eléctrica y que es atravesada por líneas de extraalta tensión.

El sistema del transporte es regional, ideado por Agua y Energía Eléctrica (una empresa del Estado nacional que fue privatizada en los 90); no tiene fronteras en su paso entre Neuquén y Río Negro.

Por eso si en febrero o marzo se llegara a demandas máximas superiores a la capacidad de transformación de las estaciones que son cabeceras de la red seguramente se tendrán que aplicar restricciones en el Alto Valle y en la Confluencia neuquina.

Lo que se suele hacer es elevar la tensión en las cabeceras, especialmente desde la estación Planicie Banderita, de manera tal que en la otra punta -Villa Regina- el voltaje no baje demasiado de los 132 kV de manual.

La empresa rionegrina de transporte de electricidad Transcomahue y la estatal nacional Enarsa trabajaron durante el 2009 para reforzar la línea de alta tensión Cipolletti-Villa Regina con grupos generadores que funcionan con combustibles líquidos en ambas puntas del tendido.

Hasta que no se haga la obra Villa Regina-Céspedes, la red regional seguirá en situación vulnerable. El verano pasado el consumo de electricidad se redujo en la zona y en general en el país como consecuencia del impacto de la crisis internacional en la economía argentina.