La provincia de Río Negro tuvo un inicio de año con dos datos llamativos porque la producción de petróleo en el primer cuatrimestre subió un 10,6%, pero la de gas se retrajo un 7,7%.

No es Río Negro una provincia que dependa de la renta petrolera del Estado, pero no porque los recursos provenientes de otras fuentes sean enormes sino porque la actividad hidrocarburífera en su territorio es aún modesta en comparación con el resto de la Patagonia.

De todos modos, las prórrogas podrían darles a las finanzas rionegrinas una inyección de dinero por única vez en un año electoral. Y el monto no será despreciable. El destino de esos fondos será materia de discusión en una Legislatura que aparece, a primera vista, reacia a darle velocidad a la llegada del proyecto al recinto. De todos modos, todo indica que irá a parar a la obra pública, al menos el porcentaje mayor.