n momentos en que escasea la oferta de naftas en todo el país Petrolera Argentina se encuentra en plena construcción de su nueva planta refinadora en el parque petroquímico de Plaza Huincul, lo que permitirá incrementar en un 6% la disposición del producto en todo el país.

Los directivos de esta empresa de capitales nacionales confían en que las obras, donde trabajan 250 personas, estarán finalizadas para abril del próximo año. Ya en plena producción aportará unos 26.000 metros cúbicos de nafta súper por mes. Próximamente, la figura societaria de la empresa que comenzó a operar en junio del 2001 funcionará bajo el marco de un holding, encabezado por una sociedad anónima que será la accionista de Petrolera Argentina (refinadora de crudo), Refinadora Argentina (productora de motonaftas) y Maikop (productora de biodiésel).

La inversión para ampliar la actual planta de refinación de crudo en un 140% y construir la nueva planta de producción de naftas será del orden de los 120 millones de dólares, incluido el capital de trabajo inicial. "Esto se financia en principio con capital propio, gran parte del cual se recupera más tarde por intermedio del Programa Refino Plus", aseguró el gerente, Dardo Alimenti.

El programa del Estado nacional, que otorga certificados impositivos a las petroleras que inviertan en la ampliación de su capacidad de producción, permitirá a la empresa recuperar unos 60 millones de dólares, detalló Mauricio Uberman, gerente de Finanzas de Petrolera Argentina. Los bonos se entregan en forma trimestral, una vez que un equipo de la Secretaría de Energía certifica el avance del proyecto.

Alimenti cree que la inversión es viable porque se producirá un bien con demanda insatisfecha en el país y con requerimiento en los países de frontera, aunque "la rentabilidad dependerá principalmente de las políticas internas respecto del sector". En abril pasado YPF tuvo que importar 50.000 metros cúbicos de nafta súper, el derivado de mayor consumo después del gasoil.

Inicialmente, el plan de Petrolera Argentina consiste en asistir con el faltante del producto de las grandes petroleras y, de modo secundario, colocar un 20% de la producción en las estaciones de servicios de bandera blanca, con el objetivo de llevar ese volumen a un 40% en uno a dos años.

"No es nuestra intención competir con YPF sino complementarnos con las grandes, de acuerdo con sus necesidades y las nuestras", afirmó Alimenti.