avid Willet, portavoz de Sierra Club, la mayor y más antigua organización ecologista de Estados Unidos con 1,3 millones de miembros, consideró que Estados Unidos está tomando conciencia del problema medioambiental y acercándose a las energías limpias tras el desastre de la marea negra del Golfo de México.

-¿Cree que la marea negra en el Golfo de México tendrá efectos en la conciencia medioambiental de los estadounidenses?

-Estamos observando un cambio, pero también sabemos algo de historia: después de recientes catástrofes petrolíferas -como en 1989 con el accidente del Exxon Valdez- hubo una respuesta inmediata, pero Estados Unidos ha ido olvidando con el tiempo. Al final ha ganado la insaciable sed de petróleo. Ahora hay muchas encuestas que muestran poco apoyo a las prospecciones petrolíferas en el mar, pero tampoco se ha producido un rechazo importante.

-¿Están los estadounidenses sensibilizados con el medio ambiente?

-Los estadounidenses miran mucho ahora por el medio ambiente. Pero lo público y la política están desajustados. Si se le pregunta a un ciudadano si quiere energías verdes y un mundo sin contaminación, dice que sí. Pero no hay voluntad política. Los estadounidenses esperan que la política se encargue de ello, pero los políticos están presionados por una industria establecida que financia sus campañas electorales. En Estados Unidos existe el deseo de un medio ambiente limpio pero hay presiones de esa industria en sentido opuesto. El lobby más poderoso es el del carbón y, el año pasado, cuando la Cámara de Representantes presentó su borrador para una nueva ley energética, se le prometió a la industria del carbón la mayor compensación. El petróleo recibe mucho, pero no tanto como el carbón.

-¿La marea negra impulsará la salida de la ley sobre clima y energía del presidente Obama, que ahora está parada?

-Es bastante probable que vaya a haber una ley, pero habrá que ver lo que se dice en ella. Mientras continúe derramándose petróleo del yacimiento, la presión aumentará en el Congreso. En la televisión se verá, entonces, en una mitad de la pantalla a los congresistas debatiendo y en la otra, el petróleo saliendo. Los estadounidenses entienden la relación entre la marea negra y la necesidad de volcarse a las energías limpias.