El contexto para los inversores se volvió más favorable a partir de la sanción de la ley 26.190/06, que además de establecer nuevos beneficios estipula que para el 2016 un 8% de la energía consumida deberá provenir de fuentes limpias y renovables.
"A Enarsa le entró el apuro ahora y por eso sacó a licitación 500 MW, que hay que ver si los puede adjudicar a todos. Ese 8% del que habla la ley hoy representa unos 2.000 megavatios y el aporte actual de esas energías limpias es mínimo. Ojalá lleguemos, aunque lamentablemente no sería la primera vez que se incumple una ley nacional", se sinceró Salvatori.
La eventual instalación de parques eólicos es compatible con Anexo I del Protocolo de Kyoto, por lo que la provincia se vería beneficiada con la percepción de "bonos verdes" que se otorgan por evitar la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera. Se trata de un sistema global; una empresa contaminante, en cualquier parte del mundo, tiene dos opciones: reducir sus emisiones o comprar bonos. Ese dinero se destina a alentar los emprendimientos amigables con el medio ambiente.
Sirve como ejemplo el proyecto geotérmico recientemente adjudicado en Neuquén. Tendrá instalados 30 MW que generarán 230 GWh/año, con lo que evitará emisiones de CO2 por 115.000 toneladas anuales. En dinero, esto representa 2.300.000 euros cada doce meses. Como el proyecto contempla 21 años, la provincia podría recibir unos 50.000.000 de euros para aplicar a proyectos similares.