El gigante energético francés GDF Suez, que tiene una posición consolidada en Brasil, se interesa ahora en ese atractivo mercado para implantar reactores nucleares de tercera generación (EPR).
"Hemos expresado un interés en el mercado brasileño", declaró el presidente del consorcio europeo Gérard Mestrallet, precisando que lo que hace ese mercado potencialmente atractivo son los aspectos económicos y la reglamentación. "En Brasil, la competencia está en el precio y el gobierno garantiza comprar tu electricidad", agregó.
Brasil posee actualmente dos centrales nucleares, Angra I y Angra II, en el litoral sur del Estado de Río de Janeiro, y otra, Angra III, en construcción en la misma zona pero cuyas obras se interrumpieron hace casi 20 años.
El Instituto Brasileño de Medio Ambiente autorizó en marzo la reanudación de las obras, que deberían estar concluidas en el 2012 o el 2013. Tendrán un costo estimado en 3.800 millones de dólares, el 30% de los cuales será aportado por inversión extranjera. Por el momento no hay ningún reactor EPR en servicio en el mundo, pero el primero está en construcción en Finlandia.