i se utilizaran artefactos sin llama de piloto y se restringieran a los consumos más bajos el subsidio al gas en la Patagonia, el país podría ahorrar unos 8.000.000 de metros cúbicos diarios, según un estudio de un profesor universitario, Salvador Gil, que ganó el primer premio de una jornada organizada por la Universidad Tecnológica Nacional y el Senado. La afirmación está llamada a levantar polémica en el sur del país.
Gil es docente e investigador de la Escuela de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de San Martín. "Posibilidad de ahorro de gas en la Argentina. Hacia un uso más eficiente de la energía", se llama el trabajo que ganó el primer premio (compartido) en las Jornadas de "Estrategias para una Gestión Eficiente de la Energía", organizadas por la Universidad Tecnológica Nacional entre el 12 y 14 de noviembre del 2008 en los salones del Senado de la Nación.
Para este especialista, "el consumo específico de los usuarios residenciales, es decir, el diario por usuario, tiene un comportamiento muy similar en todo el país". Lo que vio es que las demandas residenciales "tienen dependencia muy regular con la temperatura. Este comportamiento se ha mantenido prácticamente invariante a lo largo de los últimos 14 años e independiente del contexto económico", determinó.
Si la temperatura media no es menor a los 18 grados, "el consumo de gas es constante y está asociado al calentamiento de agua y cocción. A medida que baja la temperatura, los usuarios comienzan a encender la calefacción. Una vez que toda la disponible está encendida, el consumo de nuevo se estabiliza a un valor de saturación".
Tomó el consumo residencial de un amplio período, el que va desde 1993 hasta 2007, para concluir que "el comportamiento de los usuarios fue poco elástico y constante en el tiempo. Esto significa que los patrones de consumo residenciales sólo dependen de la temperatura y no del tiempo". Recomendó rever periódicamente este aspecto por si cambios en los precios o en la tecnología alteran este comportamiento.
Gil tomó los clientes residenciales de Camuzzi Gas del Sur, la distribuidora de la Patagonia. En sus demandas "se observa que el consumo específico es para cada temperatura prácticamente el doble que en el resto del país. Este patrón puede explicarse, al menos en parte, por la diferencia de tarifas. El costo del gas natural en la zona sur es prácticamente la mitad de la del resto del país y los subsidios existentes lo reducen aún más respecto del costo en otras regiones".
"Es interesante -dice el artículo- notar que la magnitud de los posibles ahorros de gas es del orden de 4.500.000 metros cúbicos diarios en los días de mayor consumo". Equivale esa cifra a las importaciones desde Bolivia en 2005 y 2006, o a la necesidad de abastecimiento de una usina con ciclo combinado de 900 megavatios (MW) de potencia instalada.
Propuso entonces "desestimular el exceso de consumo en el sur y al mismo tiempo preservar una tarifa de gas que no afecte a los sectores sociales de menores ingresos" mediante el establecimiento del umbral más barato de la tarifa en consumos anuales de 2.000 metros cúbicos, que es "casi cuatro veces mayor al límite de R1 en la zona del Gran Buenos Aires, pero igual a la mitad de su valor actual".
Los que en la Patagonia consuman gas por encima de los umbrales de los 2.000 metros cúbicos anuales "tendrían los mismos valores promedio del resto del país", propone.
"De este modo, habría un fuerte estímulo a bajar el consumo dentro de los límites de la categoría R1, ya que de ese modo las tarifas de gas no tendrían variación respecto de los valores actuales. Los ingresos derivados del aumento de las tarifas para los usuarios R2 y R3 podrían ser usados para mejorar la infraestructura del sistema de gas en su conjunto", añade Gil.
El subsidio al gas patagónico es financiado desde hace unos años por todos los usuarios del país mediante un cargo incluido en la factura, inclusive la de los usuarios de la zona sur.