La caída del precio del petróleo generada por la peor crisis económica en 80 años pone en peligro las enormes inversiones necesarias para desarrollar energías alternativas y luchar contra el cambio climático, sobre todo a través de la captura y almacenamiento de carbono (CCS). "Si los precios bajan demasiado, perjudicarán a quienes desean hacer inversiones competitivas en eficiencia energética y energías alternativas", advirtió Monica Bargem Stubholt, viceministra de Petróleo de Noruega, quinto exportador mundial de crudo.
"Necesitamos invertir durante esta desaceleración económica", añadió en un seminario organizado por la OPEP en el palacio imperial de Hofburg, en Viena.
"Los bajos precios son los peores enemigos de la investigación en energías alternativas", coincidió Paolo Scaroni, presidente de la compañía petrolera italiana Eni.
En tiempos de crisis "será más difícil movilizar inversiones" para desarrollar "energías verdes", dijo Olivier Appert, director del Instituto Francés de Petróleo.
"La parte positiva es que en todos los planes de reactivación adoptados por Estados Unidos, Europa y China hay una dimensión ambiental", subrayó.
La Agencia Internacional de Energía (AIE), que representa los intereses de los países consumidores, estima que para reducir las emisiones de gases contaminantes se necesitan inversiones por nueve billones de dólares (un 0,6% del PIB mundial anual) hasta el 2030.
Entre las tecnologías contempladas en la lucha contra el calentamiento del planeta, la CCS es presentada por la ONU como la más prometedora.