El vicepresidente de la cámara que agrupa a las empresas de servicios petroleros de Neuquén, Ricardo Rodríguez Álvarez, ratificó que se nota un descenso de la actividad en la zona, aunque no muy marcado.

-¿Cómo termina este año para las empresas de servicios?

-Fue un año de bastante incertidumbre. Estuvimos atravesando los problemas financieros argentinos e internacionales. Por otro lado, en el marco de una renegociación de contratos había bastantes expectativas, pero no se sabía bien qué desarrollo iba a tener y ahora, de a poco, se va aclarando. Lo que sí notamos es una línea no muy marcada pero evidente de descenso de la actividad.

-¿Eso se mantiene?, ¿ustedes cierran el año con menos actividad que con la que lo iniciaron?

-Le digo por sensación más que por números. A lo largo de todo el año lo que bajó fue entre un 20% y un 25%.

-¿Y eso se mantuvo o se revirtió con las primeras prórrogas?

-Lo que pasa es que se suman dos problemas. Porque hay una declinación natural por el agotamiento de las reservas. Se podría amesetar con más inversión. Este año eso no se produjo. La poca inversión que hubo no trajo grandes resultados. Tampoco hubo incentivos en tarifas de parte de Nación para que esto se potencie.

-¿Es posible que haya más señales en este momento con el gas que con el petróleo en la provincia del Neuquén?

-Creo que si el panorama internacional sigue como está hoy, aunque parezca irracional, va a beneficiar a la Argentina.

-¿Por qué el precio internacional se equiparó con el interno?

-No sólo eso. Todo lo que es off-shore, lo que es alto riesgo, lo que precisa un precio alto del petróleo, todavía no está desarrollado en la Argentina. Lo que se desarrolló hasta ahora es el on-shore y con la vieja tecnología estándar, con costos de producción bajos. Estamos en 47 dólares en el mercado interno; la estructura de costos de los combustibles está armada con estos precios. Estamos más caros que el mundo, pero supongamos que estamos igual.

-¿Quiere decir que el 2009 puede ser mejor que el 2008?

-Aspiramos y pensamos que con que no se siga derrumbando la actividad, ya es bueno: mantener los puestos de trabajo y el ritmo, y con alguna expectativa de incremento. Eso irá de la mano de los resultados que tengan las petroleras en sus exploraciones y en el desarrollo del mercado interno y en la posibilidad de exportar los excedentes. Con estos precios, hay posibilidades para el mercado interno, pero se cerraría el externo. Entonces hay que descubrir nuevos mercados, como Chile, Paraguay... Creo que van a ser los que vamos a empezar a desarrollar.

-Siempre y cuando haya excedentes.

-Lo que pasa es que la Argentina no consume todos los hidrocarburos que produce en cuanto al refinado. Hay otros tipos de naftas o solventes u otro tipo de corte que por el nivel de industrialización que tiene Argentina no tiene capacidad para procesarla, así que eso necesariamente hay que enviarlo a la industria química brasileña. Puede haber inversiones, incorporación de nuevos procesos para transformar todo el hidrocarburo que se produce en la Argentina. Eso va a llevar un tiempo.

-Hay empresas de Neuquén con actividad en la cuenca del golfo de San Jorge, ¿es mayor la actividad allá?

-Sí, en el 2008 fue sustancialmente mayor la actividad en el golfo de San Jorge que en la cuenca Neuquina.

-¿Y eso por qué es?, ¿por la empresa que lo explota?

-No hay razón. Tendríamos que buscarlo por el lado político... Técnicamente no lo entiendo.

-¿No hay una razón?

-Fíjese que hay muchos yacimientos de gas que están aislados, desconectados del sistema de transporte, eso lleva una inversión adicional. Nosotros fabricamos diez equipos especiales y los diez fueron a Comodoro Rivadavia.

-¿Se cumplieron las expectativas que tenían con el gobierno de Sapag?

-Las expectativas eran básicamente una defensa de las empresas de servicios locales...

-¿Y se cumplieron? Porque no se ve una política en ese sentido.

-Es una pregunta difícil, creo que es un proceso.