Oscar Vicente llegó a ser el conductor de Perez Companc, la petrolera argentina que terminó en manos de Petrobras.
Ahora es el vicepresidente de Petrolera Entre Lomas, operadora del yacimiento del mismo nombre que dio origen al negocio de los hidrocarburos para los Perez Companc.
Sostiene que cada vez se hace más complicado extraer hidrocarburos, pero que con dinero y conocimientos los obstáculos se van salvando.
-En la Argentina estamos viendo cómo salimos de la crisis; pensar en ser sustentable es complicado...
-El mundo va a vivir con esto hasta el 2040.
-Como conocemos las cosas, ¿dura hasta el 2040?
-Extrapolo la demanda y las reservas con sus más y sus menos, viendo que hay países que siguen descubriendo. La evolución del conocimiento hace que cada vez pongamos más de lo que está in situ en superficie. Hay una cierta evolución del conocimiento que va compensando las complicaciones de sacar petróleo. El conocimiento compensa un poco más lo que la naturaleza nos hace difícil. El que tiene más cuencas sedimentarias tiene más chances de tener petróleo; eso no quiere decir que tenga. Tenemos 1.845.000 kilómetros cuadrados entre tierra y mar; unos 400.000 en el mar. Tenemos cinco cuencas en producción y 24 en total. En las cuencas que están muy reconocidas geológicamente, como las de Estados Unidos, se ha obtenido hasta un 8% de petróleo; en Argentina, sólo un 3%. Si en vez del 3% tuviéramos el 6%, serían 5.000 millones de petróleo in situ, con lo que duplicaríamos las reservas.
-Ésa es una mirada optimista.
-No, estoy comparando entre uno que hizo el súmmum de la exploración y el conocimiento y nosotros, que hicimos poco. No digo que vamos a tener el 8%, pero con el doble de lo actual me sobra.
-Argentina tuvo una política que llevó al autoabastecimiento; ¿puede volver a ha
cerlo?
-Sí. Nadie sabe si va a tener éxito antes de hacerlo.
-Brasil no abandonó el manejo estratégico de sus recursos.
-No, y no lo tiene que hacer.
-Argentina lo perdió en los '90; lo dejó en manos del mercado.
-No lo cedió en la ley sino en los hechos.
-¿No cree que una crítica a los actores de los '90 es que faltó un control estratégico del Estado?
-Sí. Es una línea de conducta. Lo que tiene que hacer el Estado es el desarrollo estratégico.
-Tampoco se ve que se esté haciendo ahora.
-No.
-Entonces estamos condenados...
-Es que siempre hemos hecho las cosas mal. Hay que hacerlo con conocimiento, no hay otra forma.
-¿Pero así no lo hizo YPF?
-YPF -yo estuve adentro- tenía un departamento geológico que hacía un trabajo espectacular; había equipos formados. De hecho, todas las cuencas las descubrió YPF. Manejaba mal la parte de explotación porque rotaban mucho los ingenieros. El petróleo es una ciencia de aproximación porque al fondo del pozo no va ninguno.
-Qué llamativo es que no se haya inventado algo que fuera hasta el fondo del pozo y diga con exactitud cómo es cada milímetro cuadrado del reservorio.
-Es así. El petróleo no se puede tocar, ver ni medir.
-Río Negro está fomentando la búsqueda de petróleo en dos cuencas que no están en explotación. Y tuvo ofertas. Además se está buscando en el off-shore argentino. ¿Qué podemos esperar?
-Lo importante es que se estudie. Confío en que no sean ofertas de compromiso.
-Ustedes participaron en una licitación en Río Negro y ganaron un área...
-Sí, Agua Amarga. Y descubrimos petróleo. Pero esto es una casualidad, porque en el primer pozo sacamos petróleo. No es importante el pozo porque tiene poco volumen, pero sí es importante que hayamos encontrado petróleo porque es alentador.
-Usted sostiene que las concesiones deben extenderse hasta la extinción de los recursos.
-Le explico por qué. Tenemos una caída de la producción y la demanda viene aumentando. En cuanto se crucen las curvas, pagamos 100 dólares el barril. No quiero que esto ocurra porque no me va a alcanzar la soja para esto. Ya nos pasó con el gas; me dijeron que íbamos a arre
glar con Bolivia y yo dije: "No te van a cumplir". Para no tener que importar, por el precio, hago el esfuerzo: les digo a las provincias que liciten todo lo que tengan, que es lo que están haciendo. Y la otra es exprimir todo lo que pueda los yacimientos que tengo. Nadie sabe más del área que el operador que está encima de ella. Lo importante es aprovechar los reservorios viejos y tratar de extender las concesiones, que es lo que hicieron Chubut y Santa Cruz con Cerro Dragón, aunque no tomaron mi concepto de hacerlo hasta agotar el recurso.
-¿Cuántos años de recursos tiene, por ejemplo, Entre Lomas?
-Veinte seguro. Pero hay variantes que no conozco, como el precio, en función de lo cual siempre puede extraer un poco más.
-¿Cuál es el costo de producción del barril?
-Hoy el precio es de 42 dólares por barril. De ese valor, 21 dólares se lleva el gobierno y con 21 nos quedamos nosotros. Son números globales. Se lleva el 12% de regalías, se lleva Ingresos Brutos, tasas municipales, superficiarios, Ganancias, impuestos de mano de obra (cargas sociales)... con los 21 ó 22 que me quedan tengo que hacer exploración, explotación, todo. En general, me quedan 8 ó 9 dólares por barril. Salvo a los que se portaron mal, pero yo daría todas las prórrogas.
-Jorge Sapag dijo que está dispuesto.
-Sí, incluso en el Club del Petróleo dijo que estaba dispuesto a prorrogar hasta el agotamiento de las reservas, pero después no lo dijo más.
-¿En Río Negro no hay novedades sobre esto?
-No, los vi un poco medio crudos. Ellos tienen interés en hablar.
-Entre Lomas es el principal yacimiento rionegrino.
-Sí, y hemos quedado en hablar con más información. Me interesa que conozcan el tema. Saben nuestras reservas. Necesitamos la prórroga, fundamentalmente en Río Negro, que es el 70% del área. Tenemos una excelente relación. Queremos saber qué es lo que piensan. Hay un error a corregir: no siempre es bueno maximizar las regalías, que son un porcentaje sobre los ingresos brutos. Muchas veces, cuando el yacimiento va envejeciendo, trabajar sobre una regalía fija hace que muchas veces no se pueda sacar más petróleo porque el costo es alto y deja de ser comercial. En la última vida útil del pozo la regalía debería bajar, no subir. No hemos logrado que se entienda.