La subsecretaria de Hidrocarburos, Tamara Pérez Balda, recordó que las leyes en materia ambiental cambiaron significativamente desde 1916 y 1922, cuando se realizaron las primeras perforaciones en la cuenca del Ñirihuau. Puso como ejemplo que, para evitar inconvenientes con el parque nacional, se achicó el área de sondeos a un radio de 5.000 kilómetros cuadrados en dirección al este.
Las oferentes sólo conseguirán ser adjudicatarias -según la funcionaria- si presentan un plan de trabajo que contenga un estudio de impacto ambiental. Las evaluaciones técnicas de ese programa de compromisos estarán a cargo del organismo hidrocarburífero y del Departamento Provincial de Aguas (DPA) en lo relacionado con el recurso hídrico.
Los trabajos previos indicados por Hidrocarburos se completan con la necesidad de concretar una evaluación junto con la Administración de Parques Nacionales. Si bien las perforaciones se ubicarán a 25 kilómetros del parque nacional, existen antecedentes de convivencia entre la actividad hidrocarburífera y un área protegida. En el Parque Nacional Calilegua, en la provincia de Salta, se hicieron perforaciones. En el caso de San Juan, se ubica un campo petrolero en el parque San Guillermo.
El pliego de bases y condiciones para Ñirihuau fue excluyente: se exigió que los interesados tuvieran normas de trabajo mediante certificación ISO 14.001. Las empresas deberán contratar servicios que acrediten esos parámetros. Previamente a la apertura de ofertas se pidió que toda empresa interesada en el área previera el desembolso de 200.000 pesos para la remediación de eventuales pasivos ambientales con el sellado de cinco pozos.
De acuerdo con las promesas empresarias, se aplicará una técnica exploratoria no invasiva como es el estudio de muestreo geoquímico, a cuya ejecución se destinarán 8.000.000 de dólares. Paralelamente al proceso licitatorio, se prevé instalar en la zona un pequeño complejo para albergar al cuerpo de policía encargado de supervisar y controlar las actividades que allí se desarrollen.
La fundación Palacios de Neuquén hizo el 18 de enero de 2006 una evaluación del pasivo ambiental; entonces se determinó que los suelos no tienen potenciales riesgos ambientales ni toxicológicos. Se adoptó como valor de corte, para hacer las demostraciones, 10.000 partículas por millón (ppm) y se llegó a la conclusión de que había sólo 10 ppm.
Otras estimaciones dan cuenta de que la zona es un probable reservorio gasífero.
Entre las proyecciones oficiales se esperan beneficios adicionales como consecuencia de la implementación de este plan de desarrollo hidrocarburífero en esta región de la provincia de Río Negro.
(AV)