Un sudor frío corrió por las espaldas de los técnicos de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) cuanto leyeron el informe preliminar del consultor contratado para recalcular la crecida máxima probable del río Neuquén porque, sobre la base del grave episodio de julio del 2006, el estudio dice que la furia del agua podría crear caudales pico de hasta 24.000 metros cúbicos por segundo. Y las presas sólo pueden contener 11.500.

El Neuquén no es un río caudaloso, a diferencia del Limay, que tiene niveles medios muy superiores. Pero donde nace, en el norte neuquino, no hay bosques ni lagos que contengan lo que las lluvias y los deshielos hacen bajar de las altas montañas.

Por eso cualquier episodio meteorológico grave enseguida tiene un correlato en el río.

De hecho, fue la violencia de las aguas de este río, más un aporte también importante del Limay, lo que borró del mapa a Roca a finales del siglo XIX.

Hasta hace relativamente poco se pensaba que una crecida máxima del Neuquén sería de un caudal de entre 18.000 y 20.000 metros cúbicos por segundo, según los estudios con los que el Estado nacional concesionó las presas durante la década pasada.

Un trabajo encargado por la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) a la consultora canadiense BC Hydro llevó tranquilidad al mundo de la hidrología porque determinó que el pico instantáneo de una crecida máxima probable en el río Neuquén sería de 14.520 metros cúbicos por segundo con un caudal medio diario de 13.200.

Son números, como se ve, superiores a los que Portezuelo Grande podría derivar, pero están más cerca que los 20.000 calculados con anterioridad.

Era necesario tener una nueva previsión porque el contrato de concesión con Hidroeléctrica El Chocón SA e Hidroeléctrica Cerros Colorados SA establece en el artículo 14.6 que, "si a partir de nuevos estudios o criterios hidrológicos surgiera la necesidad de adecuar la capacidad de las obras de alivio en los emplazamientos de Arroyito en el río Limay y de Portezuelo Grande en el río Neuquén, dichas obras serán realizadas por el concedente a su exclusivo costo, durante los primeros 10 años de la concesión". El concedente es el Estado nacional.

De todos modos, como se dijo, los 14.520 metros cúbicos por segundo de pico instantáneo y el caudal medio diario de 13.200 le pasarían literalmente por encima a la presa Portezuelo Grande, que conduce el agua del Neuquén hacia la depresión natural Los Barreales.

La capacidad de derivación de esta obra es de 11.500 metros cúbicos por segundo, una marca que está por debajo de la máxima probable calculada por BC Hydro.

Esa crecida máxima histórica se daría, según el estudio de la consultora, durante el deshielo de nevadas acumuladas en gran cantidad, acompañado de una tormenta que descargue gran cantidad de lluvias en la alta montaña.

LA EMERGENCIA DEL 2006

La crecida de julio del 2006 no tiene registros precedentes. Fue tan extraordinaria que no se sabe a ciencia cierta de qué magnitud fue y se toma por cierto que llegó a los 10.200 metros cúbicos por segundo, muy cerca de la máxima que podría soportar Portezuelo Grande, la presa que deriva el agua hacia Los Barreales en el complejo Cerros Colorados.

El ingeniero Giovanni Lombardi, el consultor suizo que es la máxima autoridad mundial en materia de presas, recomendó hace ya muchos años que se elevara Portezuelo Grande y se ampliara la capacidad de derivación hacia el embalse Los Barreales; así el sistema estaría en condiciones de soportar esa crecida.

Pero sobre la base de los nuevos datos, habría que ver qué opina Lombardi ahora.

Hay una causa federal iniciada por una persona que vive en Cipolletti que en dos ocasiones obtuvo un fallo favorable en su intención de obligar al Estado nacional a realizar inversiones (ver aparte).

Todos los número del aporte nacional estaba teñidos de conjeturas porque el gobierno de Jorge Sobisch pretendía que ese compromiso se tradujera en inversiones en nuevas presas: Chihuido I y II. Pedía unos 70.000.000 de dólares para dos empresas privadas que habían tejido alianzas con la administración provincial.

NUEVOS NÚMEROS

Sobre la base de las mediciones que se lograron en la crecida del 2006 en las estaciones que no quedaron bajo el agua, trascendió que un consultor estadounidense les anticipó que el río Neuquén podría llegar, en un pico instantáneo, a los 24.000 metros cúbicos por segundo, con un promedio diario de 20.000.

Los técnicos que recibieron los datos preliminares se los comunicaron a sus superiores y en cuestión de horas se reunió el comité ejecutivo de la AIC, compuesto por los delegados de los gobernadores de Neuquén, Río Negro y Buenos Aires, y del ministro del Interior.

Según una fuente del organismo, se realizaron mil y un cálculos y se llegó a la conclusión de que las Chihuido sí podrían contener una crecida de la magnitud ahora reestimada. En tiempos de crisis energética estas presas ganaron atractivo entre privados.

(AN)