La energía es uno de los grandes desafíos al que se enfrenta la humanidad en el siglo XXI, advirtieron esta semana las principales academias de ciencia del mundo.

"Conducir la transición hacia las energías sostenibles es uno de los principales desafíos que afronta la humanidad en este siglo", dijeron las academias.

Al informe, difundido del lunes pasado, le pusieron como título "Iluminando el camino: hacia un futuro de energía sostenible".

Su autoría corresponde al Consejo Interacademias, cuyos quince miembros incluyen las academias de ciencias de países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Brasil, China e India.

Los autores del informe hicieron sonar la alarma acerca de la construcción de plantas energéticas a base de carbón en China y otros países emergentes, por el peligro que suponen a la hora de controlar los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera, según el informe.

El texto también aboga por la energía renovable, que ofrece "enormes oportunidades" a países pobres que tienen abundante luz solar y viento pero poca liquidez para comprar hidrocarburos como petróleo y gas.

¿Y LOS BIOCOMBUSTIBLES?

En cuanto a los biocombustibles, los científicos dijeron que son "muy prometedores", pero sólo si se se da el salto hacia los recursos de segunda generación.

La razón es que el uso actual de la caña de azúcar y del maíz como base para esos combustibles está haciendo subir el precio de los alimentos.

No obstante, los expertos advirtieron que el paso hacia el uso de energía sostenible sólo se logrará si los países aportan la tecnología y los recursos financieros necesarios.

Un informe de 2006 de la Agencia Internacional de Energía aseguró que el consumo mundial de petróleo se elevaría en 40% en 2030 respecto a los niveles de 2005, lo que muestra la grave situación en la que se encuentra la humanidad.

Esa previsión indica que las emisiones de dióxido de carbono se incrementarían 50% en comparación con 2004; ello, claro, si todo sigue igual.