| Sábado 26 de Mayo de 2007 | | | | | | | | | | | | | Recuperación en seis años | | | | Las empresas de ex empleados de YPF estaban al borde de la quiebra. Mediante un plan de salvataje, la situación cambió drásticamente. | | | | Deudas por 37 millones de pesos, 354 demandas judiciales y 82 embargos: la situación de las empresas de servicios de los ex empleados de YPF en la zona de Cutral Co era, hace siete años, calamitosa. Según un informe privado, ese escenario es ahora sólo un recuerdo porque el programa puesto en funcionamiento a partir del 2001 les permitió a 18 firmas llegar a principios de este año con otra perspectiva. El aumento del precio internacional del petróleo y la ventaja de tener costos relativamente bajos hasta hace un tiempo ayudó no sólo a estas empresas sino a toda la comunidad de ese aglomerado que forman Cutral Co y Plaza Huincul, donde de a poco se va superando el drama del achicamiento de YPF. Fue, precisamente, la empresa hispano-argentina en la que se ha convertido la ex estatal la que asistió a las empresas de servicios, a partir del acuerdo que selló con el gobierno provincial para la prórroga del yacimiento Loma de la Lata. La unidad de negocios Argentina Oeste de YPF elaboró una especie de informe sobre el programa de asistencia puesto en funcionamiento en el 2001. Y lo presentó en la edición de Industec Comahue 2007, que se realizó el mes pasado en el Batallón de Ingenieros del Ejército, en Neuquén. Los números del diagnóstico de aquel entonces de las 18 empresas eran: 37 millones de pesos de deudas declaradas, 29,5 millones de pesos de deuda admisible, 354 juicios, 82 embargos, años de atrasos en la presentación de balances. El informe recuerda que las empresas tenían “serias deficiencias” en equipamiento, vestimenta, herramientas, sistema de calidad y en el área de seguridad, medio ambiente y calidad. La comunidad se recuperaba de sus dos puebladas, pero mantenía el nivel de conflictividad que caracterizó el primer período pos-YPF estatal. Las empresas –pequeños emprendimientos– arrastraban deudas provisionales, sindicales, mutuales, con las ART, con los empleados en concepto de vacaciones (ya sea por días o por dinero), por aguinaldos, etcétera. Como se ve, la situación era sumamente complicada. Lo primero que hicieron fue crear una unión transitoria de empresas (Uteneu) con una especie de gerenciador (Sade). “El trabajo desarrollado fue desde el punto de vista intelectual y profesional, dado que el mismo debería conseguir un cambio cultural de muchos años y generar una evolución hacia una cultura empre- sarial”, dijo Sebastián Cortez, de YPF, en la presentación del trabajo en Industec. | | | | | | | | | | | | | | | | | | | |