En una feria de la ciudad alemana de Hanover, la empresa Nord Stream montó este corte de la enorme tubería que formará parte de un ambicioso proyecto: construir un gasoducto de 1.200 kilómetros entre Rusia y Alemania a través del mar Báltico, una verdadera instalación 'off-shore'. La empresa es una sociedad entre la rusa Gazprom y las germanas E.ON Ruhgas y Wintershall.