El uso masivo de biocombustibles en reemplazo del petróleo no es la mejor solución desde un punto de vista ecológico y, por esta razón, varios productores de aceites vegetales, reunidos en Madrid, analizaron alternativas que respeten realmente el medio ambiente.

La fabricación y consumo de los mal llamados "biocarburantes" y sus efectos negativos para la conservación de las selvas tropicales, el clima y la seguridad alimentaria fueron motivo de alarma de dos ongs que así lo hicieron saber en un comunicado difundido con motivo de un coloquio dedicado a los biocombustibles. El uso cada vez más extendido de los biocarburantes hará aumentar los "monocultivos intensivos en las zonas más vulnerables o ecológicamente más frágiles del planeta", es decir, en los países del sur, alertaron Vía Campesina y Ecologistas en Acción.

El aceite vegetal en sustitución del gasoil o el bioetanol que reemplaza a la gasolina representa "una grave amenaza disfrazada de verde" para el planeta, según las dos asociaciones. Las tierras agrícolas se dedicarán cada vez más a los "cultivos energéticos" como el aceite de palma, la soja o la colza, en detrimento de las producciones tradicionales destinadas a la alimentación, lo que pondrá también en peligro la seguridad alimentaria de los países pobres, alertaron.

Los productores e industriales del sector reunidos en una "Cumbre Biofuel" que se presentó como el primer coloquio consagrado a los biocarburantes en Europa, se declararon conscientes de los peligros que entraña una intensa producción de biocombustibles.

El reciente compromiso de Europa para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero y el aumento de la utilización de energía renovable es una buena noticia para la profesión. Pero la política voluntariosa de la Unión Europea (UE) puede llegar a traducirse con una intensificación del aceite de palma y soja en los países del sur en un aumento de la deforestación.

"El resultado directo del aumento del consumo global de determinados aceites vegetales será la desaparición de especies que viven en estas selvas", reconoció el organizador del coloquio, la oficina alemana del Survey Marketing and Consulting. Uno de los objetivos de esta cumbre es, precisamente, "hacer un inventario de los aceites disponibles" y analizar su impacto medioambiental, destacó.

Pocas respuestas fueron aportadas ante los temores desatados por una generalización de los biocombustibles, salvo una planta por ahora poco conocida: la jatropha. Este vegetal, que produce granos oleaginosos, es una alternativa interesante a los palmares aceitosos y a la soja para el sur, "en primer lugar, porque no es comestible, de modo que no compite con el sector alimentario", aclaró el especialista Winfried Rijssenbeek. Otra de las ventajas es que puede ser cultivada en suelos difíciles y permite luchar contra la desertificación.