En la zona de la capital federal y el Gran Buenos Aires abastecida por Edenor, el sistema de venta prepaga de energía eléctrica creció en los últimos doce meses un 21,8% respecto del mismo período anterior. El mecanismo, que en nuestra región se halla en etapa embrionaria, permite ahorrar energía en niveles importantes.
La información corresponde a un documento elaborado por la Fundación para el Desarrollo Eléctrico (Fundelec).
La energía prepaga funciona como todo servicio que se cobra antes de que se consuma, como las tarjetas de teléfono: se paga por determinada cantidad de kilovatios hora.
Fundelec considera que "el beneficio es doble: para la empresa, se reduce la morosidad en el pago de facturas en lugares sensibles de la sociedad, y los usuarios disponen de un mayor control de su consumo, no se les acumula un alto importe de pago y pueden organizar sus gastos de acuerdo con sus necesidades, aprendiendo a detectar qué electrodomésticos consumen más y administrar así el uso según la disponibilidad eléctrica".
Tiene, de todos modos, un costado no tan positivo: la tarifa, que es más alta que la normal.
En el informe de la fundación se destaca el hecho de que la modalidad permite "eliminar las interrupciones del servicio por falta de pago", con lo que también desaparecen los trámites engorrosos y los costos de reconexión.
Dice Fundelec que en el país la modalidad se aplica en Buenos Aires (Edenor), Tucumán (EDET), Jujuy (EJESA) y en localidades atendidas por cooperativas en Misiones, Mendoza y Buenos Aires.
En Neuquén, el EPEN anunció que utilizaría esta modalidad en su jurisdicción (ciudades medianas y pequeñas).
El mecanismo consiste en "un medidor especial instalado por la empresa que permite cargar diferentes importes de acuerdo con las posibilidades y necesidades del usuario, en centros de venta automáticos o en la oficina comercial más cercana". El medidor va indicando el saldo que resta y, para no quedarse sin electricidad, hay que estar muy atento. El trámite es sencillo y suele tener límites muy bajos para la recarga.
Con ese peso, según la tarifa de capital federal y Gran Buenos Aires, se compran 10,5 kWh, equivalente al consumo de un día y medio o dos, según el nivel de demanda.
"Según informó Edenor, desde su implementación, en julio del 2003, a abril del 2007, se vendió un millón de tickets por un valor total de casi 3.000.000 de pesos, lo cual permitió el consumo de 24.400.000 millones de kWh (24,4 gigavatios hora)", dice Fundelec.
El sistema se implementa en Merlo, con 4.300 medidores instalados, y en Escobar, con 100. Una encuesta de la empresa indica que el 95% de los usuarios está satisfecho con este sistema y lo prefiere antes que volver a utilizar la modalidad tradicional de consumo medido y pos-pago. "Asimismo, se verifica en las estadísticas de la empresa un ahorro en el consumo de energía del 30%, con la conveniencia económica que ello implica para el usuario", se difundió.