Crece la producción rionegrina

–¿Cómo cree usted que Argentina termina este año en materia energética?
–Concluye un año en cuyo transcurso las empresas concesionarias han realizado importantes esfuerzos en materia de inversión en la región y en Río Negro en particular. Las actividades se concentraron en tareas extractivas ejecutadas en las áreas de explotación productivas tradicionales. Las empresas aplican tecnologías y metodologías altamente eficientes y modernas, a través de la conducción de sus áreas técnicas operativas altamente calificadas, en la que mucho tienen que ver la experiencia obtenida y los datos disponibles. A través de áreas de estudio en ingeniería de reservorios, se mantienen abocadas al objetivo de reponer reservas, en yacimientos maduros descubiertos en la mayoría de los casos desde hace mas de 40 años por la estatal YPF. La producción de petróleo crudo de Río Negro exhibe este año un incremento de petróleo del 18% con respecto al año anterior, lo que alienta la expectativa de apuntar al objetivo de alcanzar los registros de 2000.
–¿Cree que 2007 será mejor, igual o peor que 2006 desde el punto de vista del sector?
–En cuanto a la producción nacional, el año cierra con resultados casi en paridad en materia de gas y petróleo con respecto a 2005. Esa situación no es tranquilizadora. De cara a 2007 existe un cuadro de casi inexistencia de programas dirigidos a inversiones para la explotación de gas, con una faltante de gasoil de alrededor de 1.200.000 metros cúbicos, circunstancia que se soluciona en el corto plazo, con inversiones en la ampliación de capacidad de refinación y/o importando combustible, lo que mantiene en alta preocupación a los sectores agropecuarios del país y en especial de la producción frutihortícola de nuestra región. El año 2007, en uno de sus aspectos no podrá soslayar la existencia de un autoabastecimiento de hidrocarburos en crisis. Será un año que materializará definiciones por parte del gobierno nacional ante la crisis energética existente. Visualizo un escenario en el que las empresas continuarán generando inversiones en las áreas maduras.
–¿Cómo analiza la política del gobierno nacional en la materia?
–Considero que no existe una política energética nacional comprensible integradora de todos los sectores de participación; la aplicación de precios regulados ocasiona grandes pérdidas de recursos a las provincias y la Argentina enfrenta una escasez de gas y electricidad que no puede abastecer la demanda industrial y agropecuaria. Las provincias acompañan la política del gobierno nacional con grandes esfuerzos, cuyas consecuencias actúan en perjuicio de la canasta de ingresos, reduciendo los ingresos por regalías.
–¿Qué opina sobre la situación en las provincias respecto de lo energético?
–Las provincias tendrán a su cargo un rol muy importante en la creación de nuevas reservas y en la convocatoria al capital privado nacional y multinacional para ejecutar las inversiones y las tareas exploratorias; en muchas de esas áreas las compañías tienen estudios y trabajos exploratorios previos. Río Negro organizó la primera ronda de licitaciones de áreas de exploración que concluyó con la adjudicación a cuatro de ellas, que tendrán la responsabilidad de desarrollar programas de exploración con una inversión de casi 80.000.000 de dólares.
–¿Cree que en 2007 las provincias recibirán la jurisdicción sobre los recursos?
–Recientemente las provincias acaban de ser receptoras de las concesiones otorgadas oportunamente en 1991 y 1992 por el gobierno nacional, por lo que asumirán el pleno de facultades para el control de la producción y regalías, a través de la Ley Corta. (AN)

Críticas al “federalismo light”

–¿Cómo cree usted que Argentina termina este año en materia energética?
–Lamentablemente se termina el año dándonos la razón, con todos los indicadores dejando definitivamente claro que existe una grave crisis en el sector, que ya no se puede disimular. La producción de gas llegó a su máximo en 2004 y ha comenzado a declinar, con el agravante de una demanda que crece y un precio que alienta el despilfarro y desalienta la inversión. Esta alarmante declinación de las reservas y la merma en la producción ocasionó la restricción de las exportaciones a Chile y la importación de cada vez más gas de Bolivia. Sucedió lo que desde el gobierno de la provincia se viene anunciando hace años: no hay inversiones que permitan recomponer reservas de gas o mantener la producción, la situación se ha sorteado con más y más importaciones, llegando al extremo de pasar en pocos años de ser un país autoabastecido y exportador a un país importador de gas, de fuel-oil, de energía eléctrica y en el corto plazo de petróleo crudo. Esta falta de planificación llevó al gobierno nacional a la firma de un acuerdo con Bolivia por 27 millones de metros cúbicos por día (equivalente a un 15% de nuestra demanda), convirtiéndonos en rehenes de las decisiones que toma un presidente de otro país.
A esta situación comprometida se llega porque el Estado nacional ha sido incapaz de dar las señales con la suficiente claridad como para incentivar la inversión en el sector de los hidrocarburos o, para decirlo con todas las letras, ha dado permanentemente señales en contra de lo que necesita la industria en cualquier país serio para desarrollarse.
–¿Cree que 2007 será mejor, igual o peor que 2006 desde el punto de vista del sector?
–Por lo enunciado anteriormente creo que la tendencia de crecimiento económico y demanda de energía acentuarán los problemas del sector y será necesario seguir importando.
–¿Cómo analiza la política del gobierno nacional en la materia?
–El gobierno de la provincia de Neuquén ha bregado por la construcción de nuevas presas que contribuyan al control de crecidas del río Neuquén, y generen energía. En los últimos años el extraordinario potencial de este río no se ha tomado en consideración. Se ha advertido sobre la conveniencia de continuar con el Plan Nuclear; la Planta de Agua Pesada estuvo inactiva por años. La energía geotérmica ha sido ignorada. Las advertencias por las graves consecuencias del precio vil del gas y la falta de una política de exploración de recursos han sido desoídas.
–¿Qué opina sobre la situación en las provincias respecto de lo energético?
–El conjunto de las provincias constituye la Nación, razón por la cual prefiero hacer el análisis global. Los gobiernos provinciales deben tener un efectivo protagonismo en el sector.
–¿Cree que en 2007 las provincias recibirán efectivamente la jurisdicción sobre los recursos?
–La Constitución nacional otorga claramente el dominio originario de los recursos naturales a las provincias en cuyo territorio se encuentren. La jurisdicción debe ejercerla el propietario de los recursos; no nos convence la idea de un tutor que desde un despacho lejano decida acerca de nuestros recursos, esto es una característica de los gobiernos autocráticos. Recientemente fue sancionada la denominada “Ley Corta” que revindica el “federalismo light” y que cubre las apariencias, permitiéndole al presidente decir que él cumplió con un reclamo ansiado por las provincias productoras. Es una verdad a medias porque todos saben que, si bien con ella se logra un mínimo avance, no conforma las expectativas cifradas en una ley que esperamos y reclamamos por más de 12 años. (AN)

Hincapié en el uso racional

–¿Cómo cree usted que Argentina termina este año en materia energética?
–Creo que el país termina el año con dificultades y sorteando los obstáculos que se fueron presentado coyunturalmente a lo largo del mismo. En consecuencia, es un año complicado desde lo energético, sin llegar a ser dramático.
–¿Cree que 2007 será mejor, igual o peor que 2006 desde el punto de vista del sector?
–Si el crecimiento de la demanda, tanto en el sector industrial como en el residencial, lleva el ritmo de incremento que ha tenido recientemente, es obvio que estaremos ante dificultades, siempre y cuando no se logre una mayor oferta desde la generación.
–¿Cómo analiza la política del gobierno nacional en la materia?
–El gobierno nacional, ante este crecimiento tan importante de la demanda, ha ido desarrollando distintas estrategias.
Pareciera que no ha existido un plan previamente organizado. Prueba de ello ha sido el dictado de la resolución 1.281/06 de la Secretaría de Energía, que establece el servicio de “energía plus” y por la cual, a partir del 1 de noviembre, los grandes usuarios con consumos mayores de 300 KW de potencia no podrán demandar más electricidad que la del año 2005. Si así fuera, deberán respaldar sus incrementos con autogeneración o con energía contratada en el mercado, fuera del sistema. Esta resolución aún hoy se encuentra con dificultades para su instrumentación práctica.
–¿Qué opina sobre la situación en las provincias respecto de lo energético?
–Las provincias, al estar incluidas en una red eléctrica interconectada, somos parte de un sistema nacional que hace que los problemas energéticos nos involucren a todos. Se podrán tomar algunas medidas locales, que son muy pocas, pero que dependerán en gran medida de lo que ocurra a nivel nacional con la situación.
–¿Quiere agregar algo más?
–Sin ninguna duda de que se debe seguir trabajando en la concientización de los usuarios en cuanto al uso racional de la electricidad, por ser un servicio público cuyas fuentes son, en su mayoría, los recursos naturales no renovables, sobre todo el gas y el petróleo. Se debe definir cuanto antes una política a futuro que no pase solamente por la creación de dos nuevas centrales térmicas, que recién estarán en marcha en el 2008, o la vuelta al carbón como hace 50 años. De no mediar una respuesta a largo plazo, la situación energética nacional seguirá siendo complicada durante los próximos años. En este contexto, Río Negro continuará como desde hace tres años con su programa del uso racional de la electricidad, con el convencimiento de que con el tiempo será una actitud permanente adoptada como compromiso por todos los rionegrinos. (AN)