En enero del año próximo el sector petrolero lanzará su primera gran campaña publicitaria, consciente de la necesidad de mejorar su imagen en el marco de los continuos aumentos que registra el precio del crudo a nivel internacional.

Los precios de la nafta y los temores a la dependencia de los combustibles fósiles obligaron a las petroleras estadounidenses a recurrir a la ayuda de una consultora fundada por Richard Wirthlin, un ex encuestador del presidente Ronald Regan.

Según indicó el diario "The Wall Street Journal", la compañía antes llamada Wirthlin Worldwide y hoy parte de Harris Interactive Inc, diseñó campañas multimillonarias para productos de industrias en apuros, entre los que figuraron los plásticos, la leche y el pan, y ahora comenzó a interiorizarse en este nuevo sector.

Además, tras la reconquista demócrata del Congreso de Estados Unidos, las petroleras podrían enfrentar una situación política más hostil, con la posibilidad de leyes impositivas más estrictas y una mayor resistencia a las excavaciones en sitios nuevos.

La imagen de la industria petrolera está "realmente en caída libre", dijo Jean Statler, director de Harris a cargo de la campaña. "Las cosas están en su punto más bajo en mucho tiempo, quizás desde siempre", consideró.

Las petroleras ya habían usado campañas para aumentar la lealtad a sus marcas y responder a las críticas de los ecologistas, pero lo habían hecho cada una por su cuenta.

El Instituto Estadounidense del Petróleo, que agrupa a los sectores de petróleo y gas de Estados Unidos, indicó que la nueva campaña es un esfuerzo amplio para "educar" sobre cómo funciona la industria.

Las compañías dicen que, según sus investigaciones, cuanto más sabe la gente sobre energía, más probable es que apoye las posiciones del sector.

El instituto ha decidido convertir el esfuerzo en una gran campaña sin límite de tiempo.

Tampoco hay presupuesto definido: "Gastaremos lo que sea necesario para conseguir el objetivo", dijeron los responsables.