| Además del papel de gran suministrador de hidrocarburos a Estados Unidos, Latinoamérica desempeñará el papel de gran consumidor mundial en el siglo XXI, señaló Antonio Merino, economista jefe del Servicio de Estudios de Repsol YPF. El papel que desempeñará Latinoamérica en el panorama energético del siglo XXI será el de suministrador, según Merino, porque Venezuela y México siguen aportando el 20% de los hidrocarburos a Estados Unidos y porque el continente cuenta con el 10% de las reservas mundiales de petróleo, así como el 9% de las gasíferas. Y será consumidor porque Latinoamérica se está desarrollando y registrando un crecimiento estable y porque cuenta con un importante porcentaje de la población mundial –concretamente el 10%– que le hará enfrentarse a un nuevo problema en el siglo XXI: afrontar el consumo energético interno, apuntó Merino. El nivel de renta per cápita del continente la llevará cada vez más a consumir sus propios recursos, que no consisten solamente en petróleo y gas, sino también en minerales. En los últimos dos años el consumo de petróleo en la región está creciendo por primera vez más que en los países asiáticos (excluyendo China), por lo que “antes o después tendrán que enfrentar procesos que lleven a un aumento de la inversión”. Por ello, su rol de futuro estará más en línea con un crecimiento más estable que en el pasado reciente, si se tienen en cuenta las crisis del continente en términos de crecimiento, señaló el economista. Merino consideró que la nacionalización de los hidrocarburos decretada por el presidente Evo Morales es consecuencia de que los altos precios del petróleo hicieron pensar a algunos países latinoamericanos y a otros productores que “algo les estaba siendo arrebatado”. El experto de Repsol YPF señaló que lo que realmente ocurrió fue que Bolivia, en el contexto del encarecimiento del petróleo, carecía de capacidad y mercado de venta, pero al generarse ese mercado los precios del gas se fueron moviendo al alza y se desencadenó un debate interno sobre qué hacer y cómo gestionar sus propios recursos. “Estamos de acuerdo en que los recursos son de los bolivianos, pero de lo que se trata es de vertebrar el debate para que haya un mayor crecimiento de la inversión y el desarrollo”, sostuvo. Es en ese punto “donde se encuentra la discusión y no en la propiedad de los recursos”, añadió el especialista. La gran diferencia entre Venezuela y Bolivia, según el experto de Repsol YPF, es que ésta no era una potencia energética histórica y Venezuela sí, como fundador de la OPEP y gran propietario de petróleo y gas, que contó con diversos regímenes de inversión en los años 80, en los años 90 y en la actualidad. En Bolivia la industria de hidrocarburos en proceso de creación ya era grande antes de desatarse la crisis, pero “no históri- camente grande” y ahora los cambios en los regímenes de tratamiento de la inversión tendrán efectos a largo plazo. LOS 90 “Los sistemas imperantes en los años 90 dieron lugar a un crecimiento de la producción de petróleo y sobre todo de gas, pero hay que ver hacia dónde conduce el nuevo régimen a la industria boliviana”, señaló. Merino recordó que esta tendencia de cambio “drástico y brutal en Bolivia” es única por el momento en Latinoamérica y no tuvo lugar en otros países. Las consecuencias de estos cambios en la inversión extranjera en hidrocarburos en el continente latinoamericano dependerán de la evolución de los términos establecidos y las condiciones para dicha inversión, pronosticó. “Hay países, como Colombia, que tienen cuencas maduras pero que el declive de los últimos años está llevando a un cambio en el tratamiento de la inversión exterior. En Perú también está habiendo cambios, pero se sigue entendiendo que lo importante es continuar un proceso impulsor de la industria privada. Y después están otros países, como Bolivia, donde está siendo más difícil invertir”, consideró. En un contexto donde grandes productores están cambiando sus términos de acceso a la energía, como Rusia, y donde otros están drásticamente cerrados al acceso exterior, Latinoamérica sigue siendo vista por las empresas energéticas europeas como una opción interesante, ya que cuenta con el 10% de las reservas mundiales de petróleo y el 9% de las de gas. Ello es compatible con la necesidad latinoamericana actual de inversión, que será afrontada por los propios Estados, en el caso de que los países cuenten con empresas públicas que puedan invertir en el sector petrolero, o por empresas privadas nacionales o extranjeras que puedan ofrecer una mejor gestión. “A veces los Estados son reacios a ello porque no quieren comprometer una gestión de recursos que prefieren destinar a procesos más sociales”, consideró. En definitiva, asegura que Repsol YFP invertirá en países latinoamericanos donde haya buenas perspectivas y evitará hacerlo “donde haya problemas graves”, pero no entró en detalles. De cualquier forma, “está presente y absolutamente comprometido en la región, donde busca oportunidades de inversión y sobre todo, contribuir al desarrollo, porque creemos que los países latinoamericanos necesitan inversión directa de empresas privadas en el sector de los hidrocarburos”. El experto de Repsol YPF afirma que, en el marco del debate mundial en torno de la seguridad en el suministro energético, es compatible la seguridad del suministro para los países industrializados y para los menos desarrollados pero dueños de los recursos. “Puede haber seguridad para todos si conseguimos alcanzar un acuerdo que permita que la oferta vaya respondiendo a la demanda en crecimiento del mundo actual, teniendo en cuenta que esa demanda ya no vendrá sólo de los países de la OCDE, sino también de Asia (China, India, especialmente) y Latinoamérica”. Se calcula que entre 2010 y 2015 o incluso antes, el 90% del crecimiento de la demanda mundial de petróleo procederá de países emergentes, que sólo garantizarán su suministro si consiguen ampliar en la misma medida la oferta de hidrocarburos. De ahí las necesidades de inversión. Un ejemplo frente a la crisis Consideran al Cono Sur un referente para superarla Desde el gas y el petróleo hasta el sol y el viento, la variedad de recursos energéticos de América Latina la convierten en un “pequeño ejemplo” para resolver algunos de los problemas mundiales, estimó la semana pasada en Madrid el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias. “Tenemos una abundancia y variedad de recursos como ningún otro continente del mundo, no solamente el petróleo, el gas, el carbón o la hidroelectricidad, sino también biomasa, sol y viento”, afirmó Iglesias en una mesa redonda sobre los desafíos del siglo XXI en materia de energía, con la cual cerró sus trabajos la V Conferencia anual del Club de Madrid. Esa variedad de recursos energéticos podría convertir a la región “en un pequeño ejemplo que resuelva algunos de los problemas como una forma de cooperar con el resto del mundo”, afirmó el titular de la Secretaría General Iberoamericana, horas antes de viajar a Uruguay, donde la semana que viene participará en la XVI Cumbre Iberoamericana. “América Latina puede y debe constituir un caso especial en el enfoque energético, tanto a nivel de la región como en las relaciones con el resto del mundo”, consideró Iglesias, que durante 17 años dirigió el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El dirigente uruguayo mencionó cinco “pilares” en los que podría basarse un futuro aporte latinoamericano en materia de energía vinculada al desarrollo. “América Latina está en crecimiento y esto supone que necesitamos energía”, precisó Iglesias. El 40% de la población de la región, es decir 200 millones de habitantes, es pobre, recordó. Además, la democracia está funcionando, hay una variedad importante de recursos energéticos y la región tiene “quizá la mayor experiencia histórica en materia de cooperación regional”, señaló. “Estos cinco pilares forman la base de lo que podría formar una respuesta al tema energético, útil para América Latina y para el resto del mundo”, enfatizó Iglesias. El Cono Sur “tiene condiciones especiales para poner en marcha un balance energético diversificado que nos permita una cierta seguridad energética, basado en la cooperación y en mecanismos democráticos”. Iglesias destacó por ejemplo el papel innovador de Brasil en esa materia con la fabricación de etanol, una experiencia que calificó de “inteligente” y no se olvidó del desarrollo de biodiésel, que –aseguró– es una “combinación virtuosa entre energía y desarrollo” agrícola. Brasil es el mayor productor y exportador mundial de etanol combustible (alcohol de caña de azúcar), que hoy atiende al 80% de los autos nuevos que se venden en ese país. “Ojalá que el debate energético pueda encontrar en nuestros 550 millones de habitantes y en los países que componen esa población, un ejemplo de políticas internas balanceadas”, confió Iglesias. Abren un Centro de Energías en Comodoro Rivadavia El gobierno de Chubut inauguró el Centro de las Energías de Comodoro Rivadavia, una institución orientada a mejorar la sustentabilidad energética mediante el desarrollo de tecnología para las energías eficientes, las renovables y la protección ambiental. El Centro de las Energías estará orientado a la producción, diseño, mejoras en los procesos y las prácticas en torno de la generación de energías alternativas y al incremento en el desarrollo tecnológico en petróleo y gas. Además, la institución tendrá el asesoramiento técnico del Instituto de Investigación Aplicada (Invap) y de la Asociación Argentina de Energía Eólica, según informó el gobierno de Chubut. El ministro de la Producción de esa provincia, Martín Buzzi, destacó el aporte de los sectores que hicieron “que la estrategia se convirtiera en una acción concreta”, y remarcó la necesidad de “construir un proceso de desarrollo donde los ganadores sean locales”. “Necesitamos que haya un nivel mayor de apropiación de renta en el territorio y pretendemos que los que ganen sean los nuestros, sean trabajadores o empresarios”, dijo Buzzi, y agregó: “Necesitamos producir más, pero también distribuir más y venderle trabajo chubutense al resto del mundo”. En la oportunidad, la Secretaría de Hidrocarburos de la provincia junto con la estatal Petrominera firmaron dos actas acuerdo con los empresarios Marcelo González Machin, Sebastián Jeducic y Carlos Giménez para “el desarrollo de energías alternativas ambientalmente sustentables y promover la producción y uso de biocombustibles”. |