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Sábado 26 de Agosto de 2006
 
 
 
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  La crecida histórica se transformó en luz

La generación en las centrales hidráulicas de la zona subió un 16%.

En los primeros siete meses del año el aumento fue cercano al 50%.

 
 

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Los miles de millones de metros cúbicos que bajaron la segunda semana de julio de la alta montaña del norte de la Patagonia terminaron transformándose en cientos de gigavatios hora (GWh) a través de las turbinas de las centrales hidroeléctricas, en un proceso de desembalse que seguirá siendo importante durante todo el año, especialmente en el complejo Cerros Colorados, donde se registró la crecida del río Neuquén más importante de la que se tenga registro.

La fuerza del agua en la cuenca del Negro y en la del Colorado fue tal que hizo mover las turbinas de un puñado de centrales hidroeléctricas (son siete en el Comahue) hasta llevarlas a producir durante el mes pasado el 18% de la energía que se generó en todo el país.

El equivalente en las centrales hidroeléctricas del gas que usan las usinas térmicas es el agua; es el combustible que transforma su energía.

Y agua fue lo que sobró en la cuenca del Negro (Limay y Neuquén) desde el 13 de julio hasta ahora.

Desde ese entonces hasta mediados de este mes, la presa Alicurá no utilizó jamás su vertedero, lo que quiere decir que el agua se utilizó exclusivamente para generación: cada litro del Limay que pasó por su estructura movió las turbinas que producen electricidad.

Piedra del Aguila debió abrir su vertedero durante sólo tres días pero para canalizar una ínfima parte de lo que dejó pasar hacia su compensador, Pichi Picún Leufú, que también tuvo que verter pequeñas cantidades.

El vertedero de El Chocón no se utilizó en esta contingencia, lo que quiere decir que el agua que se erogó desde esta presa se valorizó en energía.

Porque sus turbinas no tienen gran capacidad de conducción de agua, Arroyito fue, como suele ocurrir, la única que tiene su vertedero continuamente en funcionamiento en esta época del año.

En el otro río de la cuenca, el Neuquén, es donde la crisis hídrica se mostró con toda su furia.

Un ingeniero de Duke Energy, concesionaria de Cerros Colorados, confesó a "Río Negro Energía" que no fue sencillo domar la enorme masa de agua que bajó desde el norte de la provincia en cuestión de horas, casi en un instante. "Fue un desafío, pero no podría decir que fue lindo", dijo.

El volumen de agua fue tan grande y su velocidad, tan violenta que se estuvo muy cerca de una marca que habría literalmente barrido Portezuelo Grande, la primera presa del complejo, la que deriva hacia el embalse Los Barreales.

De todos modos, por las características de este complejo, la abundancia de recursos no se tradujo en un aumento notable de la generación.

Cerros Colorados tiene, sí, perspectivas de disponibilidad más o menos constante para generar electricidad en los próximos meses.

El promedio diario del agua que ingresó a este sistema del río Neuquén el 12 de julio fue 5.652 metros cúbicos por segundo (al día siguiente hubo picos de hasta 10.500) y a la otra punta de Cerros Colorados, el dique El Chañar llegaron 1.337; la diferencia fue a parar a ese enorme reservorio que es Los Barreales.

Está comprobado que embalse pude rendir aún más para ello basta con mejorar la capacidad del canal de aducción.

Semejante abundancia hídrica obligó a los concesionarios, la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) y la secretaría de Energía de la Nación a establecer un programa de rápido desembalse que provocó mil y un inconvenientes en los valles, algunos graves porque se afectaron tierras en producción, ya sea por la inundación directa de las chacras o por el crecimiento de la altura de la napa.

La gente afectada se quejó porque consideró que ni siquiera algunas horas antes los organismos dieron el aviso de lo que se venía

EL COLORADO TAMBIEN

En el río Colorado las cosas no fueron muy diferentes. Y la crecida debió pasar indefectiblemente por Casa de Piedra, la presa de casi 11 kilómetros de largo ubicada hacia el norte de

Roca, cuyas turbinas generaron en julio un 94% más de electricidad que en el mismo mes de 2005.

De manera global, las siete centrales hidroeléctricas del la Norpatagonia conectadas al sistema nacional generaron el mes pasado un 16% más que en el julio del año pasado.

Detrás de Casa de Piedra, se ubicó El Chocón, que produjo un 32,8% más que en 2005; en Piedra del Aguila el aumento fue del 15%; Pichi Picún Leufú generó un 12% más; Alicurá, un 9%; y Planicie Banderita (Cerros Colorados), sólo un 4% por los motivos ya explicados.

De los 9.105 GWh que demandó todo el sistema argentino el mes pasado, incluida la exportación de electricidad a Uruguay, las siete centrales del norte de la Patagonia aportaron el 27%, transformándose en el puntal de la red.

Pero si se toma el período de siete meses entre enero y julio, se observa que en esta zona la hidrogeneración creció un 49,5%, llegando a abastecer el 18% del total que demandó el país en ese período.

Los altos niveles de los embalses le garantizan al gobierno nacional la disponibilidad de este tipo de electricidad que, al no utilizar gas ni otros combustibles fósiles -escasos en Argentina-, se transforma en la alternativa ideal para intentar disimular, una vez más, la crisis que atraviesa en sector en nuestro país por la escasez del gas.

De hecho, en julio pasado la brecha entre la generación térmica e hidráulica se achicó al punto de que la primera representó el 47,8% del total y la segunda, el 44,8%.

PERSPECTIVAS

Las perspectivas para la energía eléctrica en el norte de la Patagonia son buenas para lo que queda del año, no sólo por las reservas que hay en los embalses sino además por la superficie cubierta de nieve en la región.

La AIC estimó que a principios de este mes el 25,2% de la superficie total de la provincia de Río Negro estaba cubierta de nieve. (AN)

Dos realidades: El Chocón y Cerros Colorados

En la central del Limay el incremento en la producción fue notable

El río Neuquén llegó el 13 de julio con toda la furia de la crecida máxima conocida, pero tanta agua no alcanzó para mover las agujas de la central Planicie Banderita -la única del sistema Cerros Colorados- de manera considerable.

Del otro lado de la cuenca del Negro, en el Limay, con menores caudales, los efectos de la crecida en la generación se hicieron notar.

Hidroeléctrica El Chocón generó durante los 31 días que van desde aquel episodio hasta mediados de este mes un 37% más de electricidad que en el mismo período de 2005.

El cuadro que se ve en estas páginas es elocuente de ese fenómeno.

Según los datos de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (Cammesa), durante julio pasado Cerros Colorados generó en Planicie Banderita sólo un 4% más que en el mismo período de 2005.

Ello, a pesar de que por sus presas jamás pasó tanta agua en un mismo instante como a mediados del mes pasado.

Si, como en el Limay, el derrame del agua desde la montaña hubiera sido más paulatino y menos violento, en Cerros Colorados, cuya concesionaria es Duke Energy, habrían podido sacarle mayor ventaja a la crecida.

Pero podría decirse que tanto recurso se agotó, en lo que hace a picos máximos, en cuestión de días porque fue necesario bajar el nivel del embalse para prevenir una contingencia.

De todos modos, para esta hidroeléctrica el hecho de tener en un punto muy alto sus embalses le garantiza, no volumen de rápida utilización, pero sí constancia en para el futuro.

El invierno no terminó y mientras estén dadas las condiciones para nuevas lluvias la prioridad es seguir bajado el nivel del agua en el embalse Los Barreales porque, además, cuando llegue el verano el río Neuquén no podrá seguir llegando al valle con los caudales que tiene ahora porque el daño a las chacras en producción, que ya se está sintiendo, sería mayor. (AN)

Portezuelo, más grande

Portezuelo Grande tiene más años que muchos de los trabajadores que cumplen funciones en la presa. Su construcción fue terminada en 1974, pero dos años antes ya había servido para derivar hacia lo que iba a ser su embalse una crecida que habría puesto en riesgo el Alto Valle.

Hace un mes y medio, esta obra monumental tuvo una prueba de fuego: diseñada para contener hasta 11.500 metros cúbicos por segundo de agua, el río Neuquén llegó a ese punto con un caudal que -se estima- fue de 10.300.

De haber superado aquella marca máxima, la presa se habría deshecho, directamente.

En la madrugada del 13 de julio, los técnicos de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), del Organismo Regulador de Seguridad de Presas (Orsep) y de Duke Energy -la concesionaria de la obra- exigieron a la presa hasta límites hasta entonces nunca ensayados. Y la estructura lo soportó.

Según el diseño, Portezuelo Grande puede desviar hacia Los Barreales un caudal máximo de 8.000 metros cúbicos por segundo y verter hacia el cauce histórico del río Neuquén hasta 3.500, que corre por la zona de Loma de la Lata.

   
   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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