Cada pieza de CruzaJoyas está realizada a mano y es única. Creado por una diseñadora gráfica y artesana neuquina, el emprendimiento surgió a partir de cruzar el diseño con el placer por la artesanía, usando materiales y técnicas de la joyería contemporánea.

Es así, entonces, como la plata, el cobre, el bronce y la alpaca se fusionan formando nuevas texturas; en este juego, la resina aporta un color vibrante y actual.

Todas las formas del trabajo artesanal dan una satisfacción única, que resulta impensable para quien no lo hace o no conoce las técnicas de esta forma de crear. "Usar las manos a través de la pintura, la artesanía, el tejido, el dibujo (por mencionar los que he visto entre mis allegados) brinda un cable a tierra, un espacio de reflexión, un estado mental muy reconfortante", confiesa Ani Álvarez, la hacedora de CruzaJoyas.

"Me gusta soldar; me gusta el fuego, mirar una masa amorfa de metales arrugados y saber que lijando, puliendo o laminando llego a algo bueno. Me gusta martillar con todo sobre una lámina y conseguir una textura (los vecinos agradecidos...)", concluye con la expectativa lógica de alguien que sale al ruedo arriesgando en lo que cree y también ama.

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