Quizás por esto de que la identidad puede lograrse interpretando de manera creativa el espíritu del emprendimiento gastronómico, el restaurante Betos en Roca -uno más de una marca famosísima en Córdoba- fue un éxito no bien abrió, semanas atrás.
Hay una necesidad básica y primera de plantear diferencia con la competencia a partir de una identidad propia y definida. Y esto pasa en este caso que ideó, proyectó y concretó el arquitecto roquense Calalo Genovese.
Crear, entonces, una experiencia para los sentidos fue la consigna inmediata ni bien los dueños de esta cadena de comidas decidieron instalarse en esta ciudad. ¿Cómo se genera un vínculo emocional con el lugar? Una estrategia es la sectorización. En general, los restaurantes suelen tener un solo frente y un fondo. En este caso se decidió que este local de unos 350 m2 tuviese una triple vidriera, cuestión que permitiese generar distintos espacios que enriquecieran las visuales del lugar, por un lado, y ampliaran las posibilidades de variar la ubicación al cliente, por otro. Un rato acá, después más allá: hoy cerca de la calle, mañana más atrás. Es así que encontramos distintos espacios con diferentes climas a partir de recursos como el mobiliario (barras con banquetas, asientos fijos con versatilidad de armado), las columnas y la iluminación. "El local no se repite, ofrece distintas instancias, uno puede rotar con holgura e interés", comenta el arquitecto.
Esta cadena de comidas tiene su estética que replica fielmente, luego, en cada una de sus 47 sucursales en todo el país. Aquí, el estudio Calalo decidió reinterpretar de manera creativa el espíritu de esta marca gastronómica. Hubo que pelearla, cuenta Calalo, pero finalmente "nos dieron luz verde para arriesgar a partir de nuestras convicciones sin desvirtuar jamás el concepto de la marca". Agradece hasta el día de hoy que "hayan confiado en nosotros. Tanto es así que el próximo que harán en la cordillera será igual a éste de Roca. Todo un elogio para nuestro estudio", admite.
Para destacar:
* Un espejo de agua con plantas ocupa todo el patio exterior, un recurso que suma, distingue y embellece.
* Dos zonas de estar con sillones, una en el interior y otra que da a la calle, ambas cancheros con impronta chill out.
* Una galería interna pensada
Para quienes fuman, con total resguardo, que da a la vereda.
* La vereda es otro lugar utilizado. Por ello, armaron unos cerramientos de metal en el frente que una vez levantados reparan del rocío en las nochecitas frescas de verano.
* El empapelado en paredes que da un toque vintage y sofisticado.
* Las segundas pieles en las paredes donde se incorporaron las imágenes publicitarias de Betos.
* En el área de servicios la cocina sobresale con su total equipamiento en acero inoxidable construido también en la región.
Había que construir un restaurante a partir de una propuesta que complaciera, al mismo tiempo, todas las necesidades operativas, de servicio y de marketing de la marca.
Este objetivo se cumplió con creces en este espacio que puede atender a 200 clientes, admiten los dueños.
Acompañaron a Calalo en esta obra ubicada en Rohde entre avenida Roca y España la arquitecta reginense Sabrina Sigalini y el ingeniero Gustavo Mársico.
CONTACTO: info@calalo.com