¿Cómo es mi casa? Divina. Me entendió bien la arquitecta (ríe). Es moderna, a medida de nuestra familia. La disfrutamos mucho. Cada uno tiene su espacio y a la vez todo está integrado. Es muy cálida, tiene calorcito de hogar. Andan por allí el perro, los pájaros... hay mucho verde mezclado con el hormigón y la pinotea. Tengo mi amado árbol en el living. Hay muchas cosas heredadas de mi abuelo Ramón que me llenan el alma.
-Y tu estudio, ¿cómo es?
-Es muy chiquito. Tenemos todo lo que necesitamos. Tengo otro en casa también, cómodo y de mayor privacidad (fotos pág. 6).
-¿Dónde pasás más tiempo?
Reparto el día entre mi estudio, mi casa y actividades al aire libre.
-¿Cuál es la regla número uno en tu estudio?
-Orden, orden y mucho orden. Soy virginiana, ¿qué esperabas? Aunque soy sumamente estructurada en cuanto a mis rutinas soy libre para dejar fluir las cosas y vivir el día a día. No me gusta programar todo lo que viene: me encanta también decidir sobre la marcha.
-¿Cómo es una rutina?
-Arranco muy temprano, a la mañana, con un cafecito. Vemos en la oficina todo lo que hay que hacer, revisamos los mails, discutimos ideas y decisiones, hacemos proyectos y planos... La obra me queda para la tarde. Nunca almuerzo. y aprovecho para ir al gimnasio a correr o andar en bicicleta.
-¿Qué es lo que primero que registrás en el encuentro con un futuro cliente?
-Soy muy intuitiva: enseguida me doy cuenta de lo que necesita. Cuando terminamos la reunión ya tengo en mi cabeza lo que puedo ofrecerle. Cada proyecto es único y cada familia tiene sus necesidades específicas: eso es prioritario para nosotros.
-¿Es cierto que ustedes, los arquitectos, desentrañan enseguida como viene la historia familiar o de pareja cuando atienden un proyecto de casa nuevo?
-Obvio, somos psicólogos y medio brujos (ríe).
-¿Qué es la arquitectura?
-Es una forma de vida. Uno mira la vida desde ese lugar y no podés desprenderte de esa mochila. Ojo: disfruto mucho lo que hago y me llena de orgullo. Aunque también tiene sus karmas. Pero se deja llevar. Cuando mi hijo estaba eligiendo su carrera le conté lo que yo hice en su momento: elegir algo que lo haga feliz cada día al levantarse antes de ir a trabajar.
-¿Tus maestros?
-De la vida, mi gran y eterno abuelo Ramón, quien falleció el año pasado. Me acompaña en todo: es lo más importante que me pasó en la vida, lo extraño mucho. Es mi gran guía: sus manos me obsesionaron siempre.
Y en cuanto a mi profesión, mi gran y admirado maestro es el arquitecto Oscar "Tuti" Silvetti. Lo quiero mucho y le agradezco eternamente todo lo que soy. Es "mi padre profesional"; siempre lo digo con mucho orgullo.
-¿A quién admirás en tu rubro?
-Son muchos... Steven Holl, Koolhaas, Alvaro Siza, Toyo Ito, David Chipperfield, Baeza (un español que me encanta)... son muchos.
-¿Cómo ves la arquitectura en la zona? ¿Y a tus colegas?
-Como al país. Hay de todo un poco. Acá, en el sur, corremos con una ventaja: tenemos muy buenos profesionales y paisajes envidiables para idear y concretar proyectos. Montaña, mar, río, lagos, verde y un cielo increíble: con ese marco podemos soñar proyectos importantes.
-¿Alguna obra de la zona que te intrigue, guste o interesa?
-Me encanta la arquitectura simple y clara. Admiro la síntesis y al arquitecto que lo logra con identidad, no haciendo las obras iguales. Es importante que tus obras tengan tu esencia, eso que te diferencia del resto, pero que no sean todas iguales porque los comitentes no son iguales.
-¿Cuál es el sello "María Cecilia García"?
-Sin lugar a dudas, la síntesis, los detalles, las buñas, el hormigón, la calidez y la funcionalidad.
TIPS PERSONALES:
para conocerla mejor
Origen: "Nací en Neuquén capital pero siempre viví en Cipolletti hasta que me fui a estudiar a Buenos Aires".
Familia: "Estoy casada desde hace 20 años con Juan Martín Rosauer y tengo dos soles que me llenan de orgullo. Tengo unos sobrinos divinos y una, Mili, me parece que sigue los pasos de su tía? futura arquitecta".
Cinco palabras que la definen: "Laburante, obsesiva, reordenada, sana y detallista. Insisto: soy virginiana y no puedo evitarlo. Cuando quiero algo lo logro como sea, nunca me doy por vencida en nada, siempre tiro para adelante, tengo mucha fuerza".
Formación: "Estudié en la Universidad de Buenos Aires, una facu que me encantó y además de formarme en cuanto a mi profesión me enseñó a manejarme en la vida, a resolver, a cuidarte y decidir tus cosas. Soy una agradecida de la educación estatal que recibí".
Si no hubiese sido arquitecta sería... "Creo que nací arquitecta aunque también me hubiese gustado ser veterinaria: tenía el sueño de tener una clínica en la chacra de mi abuelo llena de perros. Siendo chica la tuve (ríe). A mis abuelos les llenaba la casa de animalitos. Tengo pendiente empezar otra carrera universitaria; quizás en unos años más, cuando mi hijo menor esté más grande, arranco".
Un viaje inolvidable: "Amo viajar. París (romántico), Londres (cosmopolita), Nueva York (fantástico)... Madrid, me enamoró, me llenó de emoción estar ahí".
Próximo destino: La India.
Un museo: Tate Modern, de Londres.
Sobre el trabajo, ahora. Muebles: "Clásicos y vintage, cada uno tiene su encanto". Iluminación: "Ocupa un porcentaje muy importante en mis diseños". Inspiración: "Tanto una chacra como la gran ciudad, con sus ruidos, tránsito, luces, locura, caos...".
Un día perfecto: "En familia, con sol y al aire libre".
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