as primeras plagas que seguramente aparecerán explosivamente en nuestros jardines son los pulgones, llamados vulgarmente "piojitos de las plantas". Técnicamente se los llama áfidos y los hay de muchas especies pero los más comunes son los verdes, que se las agarran con los rosales, y unos gorditos y de color marrón oscuro, que se instalan en los sauces y son los principales responsables del líquido azucarado y pegajoso que cae en forma de gotas.
Lo primero que quiero que le quede en claro, es que no hay por qué entrar en pánico porque así como aparecen de repente, del mismo modo tienden a desaparecer como por arte de magia. Son el bocado preferido de los gorriones, que ya están comenzando a hacer nido y necesitan mucho alimento vivo para juntar energías para la puesta de huevos y posterior incubación.
Pero a estos enemigos naturales de los pulgones, se unen otros mucho más pequeños y que son tremendamente efectivos. Lo único que necesitan es que no echemos venenos, que los matan junto con los pulgones. Es necesario que nazcan primero las plagas para que los predadores tengan de qué alimentarse y cuando este alimento comienza a escasear adoptan formas "stand by" o "piloto", hasta que el alimento abunde nuevamente.
Si en la espera de estos aliados naturales usted pierde la paciencia, en vez de recurrir al veneno use el chorro fuerte de la manguera a la mañana temprano. Pulgón que cae a tierra es pulgón muerto... y de paso lava las plantas y se entretiene con el agua... en horarios permitidos, por supuesto.