Walter Benjamín define la figura del "flaneur" como el viajero contemplador y reflexivo que deambula por las calles sin rumbo, sin destino prefijado, disfrutando a su manera del paisaje. Con la curiosidad y la incertidumbre como aliadas para hacer del viaje algo diferente.
En ese plan azaroso se puede encontrar en Amsterdam (Holanda) un rincón maravilloso, un sitio en el que es fácil perderse todo el día y al que volveríamos una y mil veces: la Biblioteca Pública Central u Openbare Bibliotheek Amsterdam (OBA).
Situada en el número 143 de la Oosterdokskade, justo al este de la Estación Central, fue diseñada por el arquitecto alemán Jo Coenen e inaugurada en julio de 2007. El edificio, de 28.500 metros cuadrados repartidos en 10 plantas, es una maravilla de la arquitectura moderna.
Muchos dicen que es la biblioteca más grande de Europa, y no sé si está entre las más grandes, pero sí entre las más bellas del mundo, porque tiene sin duda una de las mejores vistas de la mágica ciudad de los canales y las bicicletas.
Cabecera de una red de 27 bibliotecas distribuidas en Amsterdam, OBA abre todos los días de la semana, de 10 a 22, y no sólo la biblioteca, sino también la cafetería, el teatro, la terraza y el restaurante ubicados en el octavo piso del edificio. En promedio recibe unas 7.000 visitas diarias y tiene un sistema automatizado de préstamo de libros, CD, DVD y juegos, además de 600 computadoras con Wi-Fi de uso libre y gratuito.
Apenas se llega a OBA (muy recomendable hacerlo en bici), el ingreso al edificio ya impacta por su diseño moderno y funcional. Te encontrás con paneles que iluminan las escaleras e indican con letras negras que hay en cada planta: material audiovisual, novelas, libros de viajes, de ciencias, etcétera
A partir de allí, cada rincón sorprende por el diseño, la modernidad, la funcionalidad y, algo muy notorio, la luz tanto natural como artificial, con luminarias de suspensión que reafirman la personalidad del proyecto.
En cada planta, además de las típicas mesas de lectura y las computadoras de consulta, hay sillas y sillones de diseño ubicados estratégicamente junto a los ventanales, que invitan a la charla amena, o simplemente a un buen momento de relajación. La vista es alucinante.
OBA fue concebida como centro de encuentro cultural destinado a promover la educación, la lectura y el conocimiento. Y uno de los grandes desafíos del arquitecto fue aumentar el tiempo que las personas pasan en las bibliotecas. Por eso, además de la lectura, se pensó en otros espacios de desarrollo de actividades, expresión y esparcimiento.
Sin duda se trata de una de las bibliotecas más singulares del mundo, recomendable para cualquier viajero dispuesto a desafiar la tiranía de los horarios, y a dejarse llevar por el goce espiritual, sensorial y educativo.
FUNCIONAL
De fachada vidriada, revestida de piedra natural y paneles de madera, incluye un auditorio, una sala de exposiciones, el Museo de la Biblioteca, el Museo de Gerard Reve, el Teatro de la Palabra (con capacidad para 270 personas, donde se dan conciertos y obras de teatro y se proyectan documentales), el Café Filosófico, el "Podium de libre expresión" (que permite a cualquier ciudadano contar su propia historia) y 2.000 plazas de estacionamiento para bicicletas.