Teodorico. Soy vecina del Colegio de Abogados y es el primer año que el árbol está tan florecido; es impresionante la cantidad de flores que ha dado. Pareciera que cuando empezaba a florecer a pleno, llegó el frío y quedó trunca. Estas fotos las tomé a fines de abril.
Joaquín Zapata, su dueño e introductor de dicho árbol a la región, lo cuidaba de las heladas, le ponía una sombrilla bastante grande cubierta con una especie de lona o polietileno que lo cubría totalmente y quedaba como una pequeña calesita. Lo hizo hasta que el tamaño lo permitió y después quedaba librado a su suerte; las ramas pequeñas se helaban, pero al año siguiente volvía a brotar pero no a florecer. Desde hace unos cinco años, si no me equivoco, florece, pero con muy pocas flores, había que buscarlas para verlas y apenas se veían. Es el primer año que tiene tanta cantidad. Yo soy vecina de Zapata desde que tenía 8 años y el árbol estaba y nada hacía sospechar que iba a lograr el tamaño que tiene hoy, en esta región y con estos fríos, un verdadero milagro. "Don Zapata", como lo llamábamos respetuosamente, seguramente donde sea que esté debe estar muy orgulloso. Lo saludo muy atentamente. Mónica Bermejo-Cipolletti.
Ya habíamos mencionado esta verdadera joya en Cipolletti, por lo que agradecemos la serie de fotos que nos ha enviado esta lectora. Realmente es un árbol que es muy difícil hacer crecer en nuestra región de inviernos tan fríos y hace "yunta" a la distancia con el que tenemos aquí en Roca.
El que hoy nos ocupa es el de flor amarilla (Chorisia insignis), género que está dedicado a J. L. Choris, artista y viajero y que recibe numerosos nombres comunes según su utilidad, apariencia y leyendas: "Palo borracho", "Palo borracho blanco", "Árbol botella", "Chorisia", "Yuchán", "Yucán", "Algodón", "Algodonero", "Palo botella", "Palo barrigudo", "Árbol de la painera", "Painera de Corrientes", "Árbol de lana", "Toborochi", "Ceiba de Brasil", "Kapoc", en castellano, y en la dulce lengua guaraní "Samohú", "Samu´u", "Mandiyú-rá" y "Mandiyú".
Es "hermano" del que podemos disfrutar en Roca, desde los ventanales de esta redacción, aunque en este caso se trata de un "Palo borracho" de flor rosada (Chorisia speciosa), aunque ahora a ambas especies se las rebautizó como Ceiba insignis y Ceiba speciosa, respectivamente.
Es un árbol de hoja caduca, nativo de las selvas tropical y subtropical de Sudamérica. Como tanto en el tronco tipo "botella" como en sus ramas acumula mucha agua, es particularmente sensible a heladas.
Otro inconveniente en esta región es que además florece muy tarde, en pleno otoño y pierde su follaje a consecuencia de las bajas temperaturas y no por defoliación natural, como sucede en su hábitat norteño.
Creo que justamente el hecho de estar en veredas, donde los riegos son tradicionalmente insuficientes, favorece una mayor resistencia pues se ven sometidos a una cierta deshidratación que disminuye los riesgos.