n los jardines dentro de las ciudades donde están más protegidas del frío, las rosas aún no han perdido las hojas. Es una buena oportunidad para revisarlas e identificar los eventuales brotes del pie silvestre que salen desde la base, para eliminarlos.
EL INJERTO
Las rosas que compramos en el vivero de la región son todas injertadas sobre pies resistentes a enfermedades y adaptables a diferentes tipos de suelo, algo que no es posible con las que podemos hacer de estacas, que pueden brotar y crecer muy bien ... pero de repente se secan por completo por acción de algún hongo patógeno del suelo. O sea que ahorraremos dinero pero correremos grandes riesgos.
La variedad de rosas injertadas sobre estos pies es amplísima y antes de plantar deberemos prestar mucha atención a las características de cada una. Para ello, es imprescindible consultar el catálogo que el vivero ofrece hasta en CD. No vaya a ser que plantemos un rosal trepador a los costados de un camino de entrada al jardín y después nos enganchamos permanentemente la ropa, por lo que los podamos para que no molesten y lo único que logamos es que no florezcan nunca ... no se ría, pero me han llegado varias consultas de ese tipo.
CADA UNO CON SU PIE
En el vivero se usan diferentes tipos de pie de injerto para cada tipo de variedad. No es el mismo para un rosal de pie bajo que para un trepador y por eso ya no se ve tanto la desagradable aparición de brotes desde el pie de injerto, finitos y largos "como suspiro de ánima", con flores de cuatro pétalos no demasiado bonitas y, lo que es lo peor, le quitan fuerza a la variedad injertada hasta eliminarla (foto superior). Para minimizar este problema, siempre se aconseja plantar el rosal con el injerto una pulgada debajo de la línea del suelo. De esa forma, al recibir menos calor, es menor la brotación de esos "chupones".
Cuando aparecen, hay que tomarse el trabajo de cavar hasta encontrar el punto de inserción debajo de la tierra y eliminarlo prolijamente desde su nacimiento. Si se producen muchos brotes silvestres, tal vez incluso sea conveniete desenterrar el rosal, eliminarlos y plantar nuevamente a mayor profundidad.