Teodorico: como lo he hecho en otras oportunidades recurro a usted para solucionar mis problemitas "plantales". En esta oportunidad y después de haber disfrutado casi todo el verano de mi pasionaria veo que me estoy quedando sin ella. Hace unos cuantos días descubrí sobre algunas ramitas unos gusanos peludos que imaginé que eran los causantes de los agujeritos en las hojas de las plantas; los saqué de a uno -son resistentes- y pensé que todo acababa ahí. Pero ayer recién noto que le faltaban muchas hojas y descubrí que ¡estaba llena de gusanos malditos! ¿Serán esos que, por comentarios que escuché, se convierten en mariposas? De todos modos, y a pesar de que me encantan las mariposas, más me gusta mi pasionaria, que dicho sea de paso ha dado un montón de frutos, y desearía que usted me indicara qué hacer con estas "bestias peludas" horribles que aniquilan mi planta. Y de paso decirme si quedarán en condiciones esos frutos como para aprovecharlos. Desde ya muy agradecida. Elena"
Los "gusanos malditos" -como los llama la lectora- son desagradables a la vista y pueden dejar pelada la planta, pero ésta se recupera rápidamente y las orugas ("gatas peludas" las llaman) se trasforman en la más bella mariposa del Alto Valle.
Para compartir esta maravilla de la metamorfosis de estas "bestias peludas" en la "mariposa de los espejitos", arrimo algunos datos obtenidos de la enciclopedia virtual Wikipedia.
Su nombre técnico es Agraulis vanillae y tiene su distribución por todo el país, hasta Santa Cruz. Para atraerlas basta plantar un "mburucuyá" o "flor de la pasión" (Passionaria edulis), para que se afinquen en su jardín y coloquen sus huevos sobre esta planta, que es su único huésped y alimento.
Los huevos son de color amarillo, puestos de a uno o en grupos sobre toda la planta. Las orugas miden 35 milímetros en su etapa final antes de empupar y tiene unas cerdas en su lomo, que le dan su nombre de "gatas peludas". La crisálida (pupa) donde se trasforma en mariposa, mide unos 25 milímetros.
El estadio adulto es una mariposa de color anaranjado con manchas dispersas en la parte superior de sus grandes alas y en la parte inferior presenta manchas plateadas, que parecen "espejitos".
La naturaleza es maravillosa y digna de disfrutarla... en paz. Como dice el dicho criollo: "Al que le guste el durazno, que se aguante la pelusa"... en este caso los frutos de la pasionaria, que son comestibles.
Las imágenes son gentileza del señor Del Punta, de Neuquén.
Teodorico Hildebrandt
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