El diseño de esta casa proyectada y construida por el arquitecto Andrés Remy juega con dos volúmenes que al cruzar-se juega con el acceso respondiendo a una situación muy particular del terreno, que se genera en el encuentro de uno de los canales con el lago de la urbanización, en Santa Bárbara, Benavídez, provincia de Buenos Aires.

La composición de la planta, que dibuja una J, fue dada atendiendo a esa singularidad del terreno donde, al girar 30 grados uno de los dos volúmenes, se logran las mejores visuales para los ambientes más importantes de la casa, preservando a la vez los sectores íntimos.

En el contrafrente las ventanas son cuadros que enmarcan diferentes situaciones del entorno; en el frente, en cambio, las aberturas fueron tratadas como rajas situadas a la altura de los ojos que permiten, al transitar por toda la casa de 270 m2, no perder nunca de vista el lago cercano.

Es destacable la especial relación piscina-vivienda, ya que el natatorio no sólo cumple su función recreativa sino que también es útil para tomar luz por reflexión -el terreno tiene el norte en forma perpendicular- y para bajar la temperatura de los ambientes que están a su alrededor, que son la mayoría.

"Esta casa, como otras que este suplemento eh! ya ha mostrado en producciones y ediciones anteriores, confirma la utilización que hago del agua en mis diseños: es vital, sin ella no hay casas, para mí".

 Andrés Remy

El agua es un elemento esencial de la vida porque transmite paz y energía al mismo tiempo: por ello, para Andrés Remy, desde sus primeras obras, su presencia es más que fundamental en su arquitectura.

"El agua lo abarca todo, tanto que compone el 70% de la masa corporal del hombre", replica el joven arquitecto que nació en General Conesa, acá en Río Negro, y se crió en Neuquén capital, donde tiene a la mayoría de sus amigos.

Existen ejemplos clásicos de la utilización del agua en la arquitectura como es el caso de las termas romanas y otros que fueron emblemáticos de las nuevas tendencias en arquitectura moderna, como la Casa Kaufman, de Frank Lloyd Wright, que sobre una cascada y rodeada de bosque resuelve de manera extraordinaria la identificación de la arquitectura con su medio natural.

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