Los defensores de la tecnología recordaron que "desde hace 10.000 años la humanidad utiliza los materiales naturales que tiene a su alcance (principalmente la tierra) para construir sus viviendas. Sólo en los últimos 100 años se reemplazaron estas materias primas por sustitutos industrializados".
Desde la misma óptica, "la publicidad y los prejuicios modernos nos hicieron creer que solamente una casa de cemento es duradera. Pero no se habla de lo insanas que resultan unas paredes que no absorben la humedad y que térmicamente son ineficientes, ni sobre el impacto ambiental que producen la fabricación y comercialización de los materiales".
La coordinadora del evento, Paulina Ávila, recordó que "en una o dos generaciones se fue perdiendo el conocimiento, aunque en el mundo más de la mitad de la población vive en casas construidas con tierra". "Tendríamos que reeducarnos con este tema y entender que es una posibilidad para todos", valoró.
No obstante, frente al embate de cemento, hierro y vidrio, reconoce que "cada uno tiene lo suyo para aportar. No es que una cosa sea mala y la otra buena. Todos los mejoramientos tecnológicos que se puedan hacer, desde el rescate de técnicas antiguas hasta las nuevas ciencias aplicadas, tienen que ir en conjunto".
Capacitadores de Estados Unidos, Brasil, Chile y Argentina introdujeron a los participantes en cuestiones básicas sobre la permacultura, la construcción natural, diseños solares, geometría sagrada, techos verdes, técnicas de adobe, entramados, revoques y esculturas en tierra, pinturas naturales, aislaciones térmicas, baños secos, colectores de agua, tratamiento de excretas y la estufa Rockt de alta eficiencia.
Diseño
Para Paulina Arias, "en este tipo de construcciones son importantes las diagonales, los pesos. Por ello es fundamental asesorarse antes con algún arquitecto o constructor con experiencia, además de saber cómo ubicar la casa dentro del terreno para aprovechar al máximo la energía solar".
Según ella "lo recomendable es hacer antes una maqueta previa al proceso constructivo, a modo de tener las cosas ya más pensadas antes de largar la obra, teniendo en cuenta por dónde pasar los caños, por ejemplo".
Desarrollo
A propuesta del concejal Juan José Caro (PAys), el curso fue declarado de interés municipal y ahora el edil insistirá en adoptar la metodología para futuros barrios habitacionales de tipo social y a financiar con fondos municipales o cooperativos, en El Bolsón.
Con todo, y con cinco años de experiencia en el Centro de Investigación, Desarrollo y Enseñanza en Permacultura (Cidep), de Mallín Ahogado, Paulina Ávila está convencida de los beneficios del sistema, aunque reconoce que antes de popularizarse "tendríamos que desarrollar mayor cantidad de ejemplos en el pueblo, acercarnos a la gente y comenzar un proceso de legalización y estudio de las técnicas para estas construcciones alternativas".
Agrega que "lo ideal sería tener un laboratorio donde realizar ensayos de toda índole y armar equipos interdisciplinarios en toda la comarca, con la premisa de abordar las posibilidades de ampliar".
-¿Es difícil llegar a los niveles de decisión política?
-No lo sé, en realidad nunca lo hemos buscado. Creo que una vez que conozcan el modelo ellos van a llegar a nosotros.
-¿Por los costos o por los beneficios?
-Por ambos. Aunque con todas estas dificultades con que tenemos que lidiar, ante esta propuesta innovadora y con visión de futuro (con la necesidad ineludible de planificar a largo plazo), nos daremos cuenta de que las posibilidades son múltiples. Como opción, la construcción con tierra puede estar en muchos lugares y hasta en interrelación con la construcción tradicional, una y otra tienen que ir apostando al declive del consumo energético y a resolver la crisis que atravesamos.
Virtudes
Entre las características de las construcciones en barro se subrayaron durante estas jornadas en El Bolsón algunas virtudes, como "la independencia y disponibilidad local. Un factor importante a favor del barro es la abundancia, reserva y uso de su materia prima locales con fines de participación comunitaria y de su posibilidad de uso por personas sin experiencia previa".
Suman "la ductilidad para el modelado: facilidad para cortarlo, tornearlo y ajustarlo dimensionalmente para hacer un modelado directo".
Otra ventaja "es el bajo costo de fabricación y transporte: no requiere de maquinaria, capital, ni energía; sólo mano de obra. Además, su producción necesita sólo el uno por ciento de la energía requerida en la fabricación de ladrillos cocidos o de hormigón y además no poluciona el ambiente".
Como aislante, el uso del barro en construcción "representa un buen aislador acústico. En las regiones donde hay diferencias marcadas día-noche en la temperatura ambiental exterior la pared de barro aporta beneficios al actuar como un regulador ambiental en materia de climatización interna. Igualmente regula el contenido de humedad en los ambientes interiores, absorbiendo en su masa radiaciones muy perjudiciales para la salud, como el gas radón y otras ondas provenientes de los artefactos modernos, teléfonos celulares, microondas, televisores, etc., mejorando sustancialmente el clima interior".
Ciclo de vida: desde el punto de vista de la creciente conciencia ambientalista que caracteriza a la arquitectura actual, el barro se agrupa con las tecnologías ambientalmente correctas en razón de su auto reciclaje y reutilización (no se producen escombros ni desperdicios), acotan.
Desafíos
Las construcciones que incorporan el uso del barro "son vulnerables al deterioro y requieren de atención y mantenimiento", explicaron.
"Esto -se amplió-, por supuesto depende mucho del grado de estabilización y compactación del material utilizado así como de sus condiciones originales".
Por ejemplo, aseguran que en muros de tierra comprimida y estabilizada, estas debilidades "son mínimas mientras que se elevan al máximo en construcciones en las que se utilice el material mal estabilizado".
Otra debilidad es -hasta ahora- "la baja popularidad que disfruta en el campo de mecanización industrial de sistemas constructivos en razón de su excesiva dependencia en labor manual, lo cual tiende a encarecer los servicios de su producción profesional".
LA CASA PROPIA
"¡Una familia debiera poder hacerse la casa!", se entusiasma Jorge Belanko ante la crisis habitacional que afronta una ciudad como El Bolsón, duplicando su población cada diez años.
Creador de la propuesta "El barro, las manos, la casa", los maestros de obras de la región lo valoran como "el pionero de las construcciones naturales".
Belanko se pregunta "Cuánta gente parece estar condenada a no hacer nunca su casa o a vivir en una especie de jungla, cuando simplemente acarreando un poco de barro, un poco de pasto y un poco de bosta de caballo podría hacerse una casa tibia, bonita y que, además, le va a ayudar a tener menos reuma y menos problemas bronquiales".
Su alusión a la bosta de caballo también tiene su explicación. Lo utiliza para fermentar la arcilla y "permitir que se adhiera mejor el barro que se utilizará como revoque".
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