La dueña de casa es la arquitecta y diseñadora roquense Luján Martínez, quien vivió un verdadero y movilizador feeling ni bien descubrió este lugar, en la zona de chacras. Con ella recorrimos "La Perdida", su morada, una versión siglo XXI de aquellas antiguas casas de nuestras chacareras. Sus comentarios fueron registrados de inmediato:
* Esta casa estaba en ruinas cuando la descubrí. Estaba deshabitada desde hacía mucho tiempo. Sin embargo, apenas la vi me encantó. Me imaginé viviendo en ella. Como si en algún lugar impreciso pero futuro ambas ya estuviéramos allí, juntas, conviviendo. Favorecían mis sueños que tenía una buena estructura, una buena dimension de los distintos ambientes y una adecuada distribución.
Supe que con apenas algunos cambios iba a ser la casa que quería para vivir. De hecho, toda "la cáscara", su estructura exterior, su perímetro, fue conservado. Salvo la reubicación de algunas puertas y ventanas, sigue siendo la original.
* Básicamente quería una casa abierta, de ambientes comunicados, simple y vivible. La remodelacion no fue fácil: hice el proyecto y lo ejecutaron mientras yo aun vivía en Buenos Aires. Venía cada 15 dias y llegamos a un buen resultado.
Una vez instalada en "La Perdida" (así la bauticé por motivos poéticos, personales y geográficos) terminé los detalles, tales como muebles de cocina, placares, baños, decoración y ambientación. Todavía tengo varias cosas pendientes para hacer y otras que van surgiendo a medida que pasan los días en la chacra y se generan nuevos usos y necesidades.
* Prioricé el "estilo"original. Es decir, una casa cuasi moderna para ser de chacra, con techos planos, ocultos y grandes carpinterias metalicas. Durante la refacción confirmé mi sospecha inicial. Era una casa muy bien construida, con sencillez, con buenas terminaciones (conservé pisos de cemento alisado originales, salpicré exterior y la puerta de entrada).
A pesar de que tiramos abajo unas cuantas paredes, la estructura resistió perfectamente. Tiene, también, algo del clásico del estilo chacra: pisos de granito reconstituido, mesadas del mismo material, piletas de lavar de fibrocemento, griferías cruz, azulejos 15 x 15 blancos ¡y una gran cocina! donde imaginé también que se gestaría, justamente, "la cocina" de grandes momentos entre amigos.
* Respecto a la decoración soy ecléctica. He ido pasando por distintas etapas, antiguo, minimalista, estilo mexicano, americano. Ahora estoy en una fase "setentosa" pero con toques de modernidad. Entonces recurro a imágenes de los 70 pero también a lo último que se ve en Europa y en EE.UU. Básicamente se trata de una gran cantidad de objetos e imágenes que he ido juntando en los últimos 15 años. Conviven cosas hecha a pedido, como las pantallas tejidas reina margarita con almohadones de todo el mundo, sillones del ejército de salvación, el juego de mesa y banco "de pallets" (si, directamente from "the pallets") que me hizo mi hermano Ezequiel para el sector parrilla, así como muebles dejados por los antiguos dueños y algunas pocas cosas compradas especialmente. Todo junto en Stefenelli: es un placer.
* En todo lo que hago el color juega un papel importantísimo. Desde la creación de minimademalis® (nuestra empresa que se
dedica a la producción de objetos cotidianos basados en la utilización del aluminio como material principal), siempre los colores han sido importantes en cualquier trabajo que desarrollo. En este caso me decidí por un contenedor blanco, sencillo y algunas piezas básicas en el mismo color (sillón, muebles, cortinas) para poder utilizar colores en todo el resto de los objetos: almohadones, alfombras, algunos sillones, cuadros, lámparas y lograr así una casa alegre pero no recargada, con algo de infantil y festivo.
* -Siempre la idea de la refacción me interesó más que la construcción de cero. Conocer un lugar, imaginarlo, diseñarlo y, sobre todo, tener un resultado inmediato se ajusta más al costado ansioso de mi personalidad. Creo que hay lugares, espacios, donde uno entra y se imagina viviendo o trabajando. Esa es la cuestión de fondo. Se trata de imaginar, sin necesidad de cambio radicales, respetando el estilo o la estructura original y adaptando los lugares a la propia necesidad.
* ¿Lo que más me gusta de mi casa? Toda ella. Pero diría: la puerta pizarrón (una propuesta de mi hermana, también arquitecta, Guadalupe, que contribuyó al proyecto con muchas ideas); el baño principal con su mix de materiales y terminaciones y su ilumación cenital; las rejas hechas con antiguas cortinas "de carnicero" halladas en la chacarita roquense que hizo mi amigo Pino; las mesadas de hormigón, en la cocina y la barra comedor; la instalación eléctrica a la vista, que permite ir modificando el tendido según las distintas necesidades que van surgiendo; la pileta que siempre soñé, con su parte "pandita" para tomar sol en el agua. El resultado general: inconcluso pero encaminado. Fascinante.
CONTACTO: srtalujan@minimademalis.com.ar
