Teodorico Hildebrandt
eljardin@rionegro.com.ar

prieta el calor y nuestras plantas andan "boquiando" por un poco de fresco y -especialmente- agua.
Son numerosas las consultas sobre céspedes que sufren por falta de riego y pienso que esta nota puede contribuir a minimizar el problema.

Ante todo, recuerden que siempre voy a recomendar reducir al mínimo estas superficies en los jardines, porque no sólo son las que más trabajo requieren con sus cortes semanales, sino las que más riegos necesitan porque sus raíces colonizan los 30 centímetros superficiales del suelo... y ésta es la que primero se seca.
Pero no es solamente cuestión de agregar agua diariamente, sino que es fundamental retardar su evaporación desde el suelo para que esté el mayor tiempo posible disponible para el césped.

En nuestra región árida, la capa protectora de mulch es una cuestión de "ser o no ser", junto con otras medidas adicionales.

Recomiendo enfáticamente cortar sin bolsa recolectora y a mínimo 5 centímetros de altura, de modo que el follaje y las hebras cortadas cubran el suelo y formen una barrera contra el sol y el viento. No tomen en cuenta lo que se lee sobre formación de algas y apelmazamiento, porque eso se produce en zonas mucho más húmedas que la nuestra... por lo general son recomendaciones originadas en las Islas Británicas y traducidas al castellano "en crudo".

Puede ser útil en la pampa húmeda pero no en la Patagonia árida.

ASERRÍN Y VIRUTA

Buscando alternativas rápidas de mulch, he probado con gran éxito el aserrín de álamo virgen de aserraderos industriales de la región.

Incorporado al césped en una capa de varios centímetros (ver foto), se ha mostrado muy eficaz.
También tuve muy buenos resultados con resiembras en toda época del año, cubriendo la semilla y sin mover el suelo.

Tuve resultado también con la viruta de madera de carpinterías que trabajan madera de pino sin tratar, ya que el crecimiento de las plantas protegidas (en este caso rododendros y camelias) fue espectacular, a pesar de que sólo es celulosa y ligninas, teóricamente sin poder nutritivo... los microorganismos del suelo y la humedad, hacen la diferencia.