Siguiendo una idea simple y moderna, el Estudio Martín Gómez Arquitectos diseñó esta casa para una pareja de americanos jóvenes, de alrededor de 35 años, de ocupación financistas. Desde el primer momento en que visitaron Punta del Este, la pareja se enamoró de la zona y supo que querían tener una vivienda de vacaciones. Al estudio le pidieron asesoramiento para encontrar un buen terreno en una segunda etapa, el diseño de una casa simple, fácil de mantener y con tres dormitorios.
Gómez, arquitecto argentino que ha diseñado más de 300 obras en la costa uruguaya, le aconsejó este terreno sobre un médano, ubicado en las afueras de José Ignacio, camino a Laguna Garzón, y a metros del Atlántico.
El éxito de la casa se basa en la perfecta interacción entre el medio interno y externo, en el diálogo armónico entre la arquitectura y el entorno natural. Desde afuera llama la atención la combinación de materiales que utilizó Gómez: un mix de madera de cedriño pintada a rayas en blanco y turquesa, alternada con superficies de piedra de granito gris.
"Cuando hicimos la casa habíamos propuesto que estuviese pintada de negro y ellos nos dijeron que querían color. Entonces hicimos unas pruebas muy lindas de color, durante el proceso nos acordamos de una idea que habíamos trabajado tiempo antes, basada en casitas de playa de madera con cierta reminiscencia de las carpas de las playas europeas", cuenta Martín.
La casa está compuesta por dos volúmenes independientes (que suman 200 m2) que se conectan a través de galerías de otros 100 m2 de galería. Uno de los volúmenes corresponde a la zona de los dormitorios y se encuentra mirando hacia el este. Allí se dispusieron los tres cuartos en suite. El segundo volumen está dispuesto en sentido transversal al anterior, de forma independiente, y es donde conviven el living, el comedor y la cocina, como una suerte de loft con magnífica vista tanto al mar como a la piscina. Su formato es angosto y largo y se encuentra rodeado por dos terrazas. Ambos espacios exteriores están hechos con piso de madera de eucalipto tratado y techo de cañas. Al reparo de los vientos se diseño un agradable espacio exterior para el relax, dividido en tres zonas: en una está la pileta, estucada en color gris cemento con un muro de piedra que funciona como uno de sus laterales y de donde sale un gran chorro de agua que se utiliza para el llenado de la misma.