Eligieron la joyería como manera de contar historias. "Crear algo que perdure a través del tiempo es muy fuerte", comenta Adriana Harguindeguy quien junto a su marido Horacio Haag crean joyas que subyugan a primera vista.
Tras un largo viaje por Berlín, Londres y París en el 2000 la visión del mundo les fue cambiando: "todo nos fue llevando a la pasión que acompaña todo el proceso de nacimiento de una joya", dice la entrevistada a eH!. Profundizamos esta transformación con otro viaje, esta vez, en el 2006, por China, Malasia, Thailandia y Hong Kong. Empezaron primero con vitrofusión y vitreaux. "Una amiga nos habló de su maestro en platería, Juan Carlos Esains que conquistó absolutamente nuestro corazón, compartiendo generosamente los principios de la platería: calar, soldar y pulir", confiesa.
"Con la necesidad de incorporar nuevas técnicas empezamos a tomar clases en la escuela de María Medici, en Palermo, aprendiendo a trabajar en cera perdida, técnica textil en cera de escultor, copiando texturas, formas de la naturaleza. Así incorporamos otros procesos porque cada pieza se trabaja como una escultura. Primero se realiza un prototipo, a continuación en cera se trabaja la pieza desbastándola con bisturí. Después de sacarle las imperfecciones de la fundición vemos el resultado", expresa Adriana. "Una pieza indestructible. Ahí va a estar, perdurando en el tiempo".
También tomaron clases de modelado en cera en el Centro Educativo de Joyería y esmaltado a fuego con Leonardo Greco.
"Magia, pasión... es muy intenso lo que sentimos al crear, disfrutando cada paso del proceso. Y cuesta dejarlas ir. Cada pieza es una parte de nosotros. El hecho de vivir en la cordillera, rodeado de un marco natural tan impactante ayuda en el proceso creativo. En estos lugares uno se encuentra con uno mismo: ahí es donde nacen nuevas historias para contar", revelan.
¿Cómo definen a sus joyas? "Hacemos joyería contemporánea, fusionando diferentes técnicas y materiales. Chapas, hilos, alambres de Plata 925, plata 900, cobre y alpaca alemana. El bronce nos apasiona. También las piedras con su energía; las diferentes maderas que encontramos caídas en el bosque, perlas de cultivo que compramos en China; Jade de Beijing, cristales de Bohéme, checos o Swarovsky. Desde lo natural hasta lo más sofisticado forman parte de nuestros delirios", admiten.
Hicieron una pieza para Niña Pastori que es parte de la Colección Pobres Corazones.También otras para Ricky Martin y Máxima Zorreguieta. Realizaron a pedido una mutisia para Cristina Fernández con un diamante herkimer en su centro.
"Ahora estamos haciendo una nueva colección, "Pasiones", sin ellas no podemos vivir. Y porque dicen que el Universo siempre conspira para cumplir nuestros sueños, con Delirio estamos cumpliéndolos". (H. L)
"Crear es nuestra pasión.Y como dicen por ahí, podremos cambiar muchas cosas... pero no podremos cambiar nuestras pasiones", confiesan Adriana y Horacio, en su taller-showroom, en la paradisíaca La Angostura, en nuestra cordillera neuquina.
PARA VISITAR
Chucao 57, Puerto Manzano. 0299-154835593
02944-15239116
PARA CLICKEAR
http://deliriopatagonia.wordpress.com