Cuando comienza a hacer calor nuestras plantas necesitan más agua, o sea que tenemos que intensificar los riegos. Eso lo sabemos todos y no descubrí la pólvora... el tema es con qué agua lo hacemos y no se imaginan la cantidad de consultas que recibo al respecto, de las que me tomo la libertad de reproducir una de Griselda y Ramiro, de Plottier:
"Tenemos jardín y huerta. El asunto es que tenemos una perforación y riego por aspersion y por falta de agua de red hice analizar el agua de la perforación por Bromatología. Me dio que tiene una buena cantidad de Escherichia coli. ¿Cómo afecta esto en las plantas comestibles de la huerta?"
Otras consultas menos dramáticas se refieren a plantas que no prosperan o directamente se les "queman" las hojas, como consecuencia de que la perforación entrega agua salada.
La primera respuesta que se me ocurre es que use el agua de las acequias o de la red potable. El problema es que muy pocos tienen el privilegio de estar al alcance de una acequia de riego y muchos tienen el problema de que el agua no sube al tanque.
"PAN PARA HOY..."
No me cansaré de decir que una perforación es como jugar a la quiniela. Si no me cree, dígale a un perforista que le paga sólo si saca agua "buena", o sea sin sales y sin bacterias peligrosas... no van a "agarrar viaje" ni aunque les ofrezca un jugoso plus en caso de éxito.
Claro, puede recurrir a un radiestesista ("radomante", en la jerga popular). Hay personas con tal sensibilidad que le permiten aumentar las posibilidades de éxito.
Una solución que personalmente he puesto en práctica es una cisterna con la capacidad necesaria para abastecer el riego al menos por dos días si se interrumpe el servicio. Riego a la madrugada bien temprano y a la noche y el nivel se recupera en horarios permitidos. También aprovecho íntegramente el agua de lluvia de mi techo. Otras medidas adicionales son afinar el gasto de agua de acuerdo a las plantas que se tenga por medio de aspersión de bajo caudal para el césped y microaspersión y goteo en herbáceas, arbustos y árboles, respectivamente. El mulch para conservar el agua del suelo es otro factor muy importante.
PLANIFICAR EL JARDÍN
Pero ante todo estimo que lo importante es planificar, teniendo conciencia de que vivimos en una región desértica y con lluvias de 200 milímetros anuales, debemos tener una idea del agua que necesitará cada planta o sector del jardín en pleno verano.
Restrinja al "mínimo minimorum" los espacios verdes. La especie de césped más resistente es la festuca alta (Festuca arudinacea) que en diciembre y enero requiere un volumen de riego equivalente a entre 7 a 10 milímetros diarios, o sea 7 a 10 litros por metro cuadrado... saque usted la cuenta. Le siguen, en exigencia de agua, las flores y herbáceas en general, luego los arbustos y por último los árboles.
Reitero, vivimos en una región desértica pero eso no significa que no podamos tener un jardín para disfrutar paisajísticamente y con sombra para descansar debajo de ella en verano. En la medida que seamos capaces de asumir esta realidad y de olvidarnos un poco de los frondosos verdes de otras regiones de nuestra Argentina podremos disfrutar en plenitud y aportar nuestra solidaridad... a no ser que se destinen los fondos necesarios para no seguir siendo desiertos dentro de los oasis productivos regados con nuestros caudalosos ríos.
Teodorico Hildebrandt
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