El "nacimiento" del Arbol de Navidad se puede verificar en la región de Alsacia, que limita entre Alemania, Francia y Suiza, en el año 1521 en las familias de la nobleza. El primer árbol se instaló en la Catedral de Notre-Dame de Estrasburgo (imagen). El origen de la vela navideña se cita en 1611, por parte de la duquesa Dorothea Sibylle von Schlesien (Silesia).
La Iglesia Católica se resistió mucho tiempo contra esta costumbre, a la que consideraba pagana, y fue la Iglesia Evangélica la primera que lo admitió.
La conífera preferida como Arbol de Navidad es el abeto de Normandía (Abies nordmanniana) porque tiene un lindo color verde oscuro, una forma bien simétrica y las agujas son suaves, al contrario de otras como los "falsos abetos" de Noruega (Picea abies) y el del Colorado, Estados Unidos (Picea pungens), muy pinchosas y poco agradables a la hora de colgar los adornos.
Por fortuna, la industria del plástico está creando imitaciones cada vez más económicas, con lo que se evita hacer sufrir a los verdaderos.
Sea el arbol que fuere, les deseo una Feliz Navidad.