Un un pequeño taller ubicado en el corazón de Las Grutas la nobleza y ductilidad de la plata se combina con el aporte exótico de piedras preciosas o semipreciosas que cautivan con su increíble colorido convirtiéndose en piezas de joyería diseñadas para lucir y lucirse.Como su creadora, una simpática brasileña radicada hace años en nuestro país, cada pulsera, anillo, collar, colgante o tobillera combinan la fuerza de ese material resistente y duradero con la cuota exacta de desenfado y misterio que surgen en las vetas o en los destellos de gemas traídas desde la localidad brasileña de “Minas Gerais”, la cuna de valiosos minerales ornamentales.“Nuestros diseños son simples, pero, aunque no nos ‘hacemos los artistas’, la calidad de los materiales, el minucioso detalle de terminación y el cuidado puesto en cada accesorio se nota en los trabajos que realizamos, lo que no equivale a decir que no existe inventiva ya que la labor con las materias primas nos lleva a jugar e ir buscando formas, volúmenes y estilos, amén de que también trabajamos a pedido”, relata la artesana y joyera Sonia Miguel.Sonia habla en plural porque pese a que por sus manos pasa el trabajo más arduo y puntilloso es su esposo, el artesano Diego Rodríguez, el que se ocupa de las previas labores de soldadura de cada una de las piezas.“Él es diseñador textil y desde muy chico trabajó en esto, fue el que me enseñó todo lo que sé sobre joyería, pero como yo soy más paciente y detallista ahora soy la que se ocupa de todo lo que tiene que ver con el engarce y el trabajo más meticuloso”, relata la mujer.El punto de partida de las creaciones son chapas de plata de distinto espesor y alambres del mismo material con los que se van construyendo los ‘esqueletos’ de las diferentes joyas, pese a que una básica cadena o la aplicación de técnicas especiales como la de escamado para crear un collar constituyen por sí mismas, sin ningún otro ornamento, un verdadero hallazgo.“El ‘escamado’ se utilizaba en la Edad Media para la creación de las armaduras de malla que vestían los caballeros y guerreros, y se adaptó a través del tiempo para crear accesorios sutiles y delicados, ya que en este caso la plata conforma como un entramado similar al de un tejido o una tela que para realizarlo requiere de toda la paciencia y concentración, porque a través de distintos alambres se introducen miles de argollitas que se abren para comenzar a trenzar hasta dar forma a lo que se busca. Por eso la calidad de este tipo de accesorios se mide al contacto con la piel, ya que estas innumerables ‘escamas’ que los conforman deben poseer al tacto una suavidad extrema”, explica Sonia.Pese a que las piedras son las más elegidas por la artesana a la hora de dar fuerza y carácter a la joyería que realiza no sólo amatistas, circones, turquesas o aguamarinas (entre una innumerable variedad de opciones) se ocupan de dotar de belleza y singularidad a cada diseño.“No es lo que más usamos pero a veces incorporamos maderas nobles como el ébano o incrustaciones de materiales como asta de ciervo, por ejemplo, para completar y darle personalidad a algunas producciones”, detalla la mujer.Juntos para el trabajo y para la vida, Sonia y su esposo bautizaron “Cauquén Patagonia” a la pequeña empresa que poseen, porque estas aves características del sur van siempre en pareja y son fieles compañeros.“Después de mucho andar, nuestro taller de Las Grutas es como un ‘nido’ que alberga en cada artesanía lo mejor de nosotros, que respetamos y amamos profundamente lo que hacemos”, finaliza diciendo Sonia a eh!.CONTACTOTeléfono: (02934) 497 758 Celular: (02920) 15600446 matespatagonia@yahoo.com.arMAS FOTOSwww.rionegro.com.ar/blog/eh