MADRID (DPA).- Imágenes familiares y laborales en blanco y negro, celebridades sobre camas deshechas, otras en pose de portada o íntima, jardines y fotos con carga política como las de la guerra de Bosnia.
En "Annie Leibovitz: vida de una fotógrafa. 1990-2005", la artista estadounidense ofrece un recorrido por su creación de los últimos años. Rodeada de decenas de periodistas y fotógrafos en una mañana de mucho calor, Leibovitz dijo sentirse muy contenta de volver a España y mantuvo el tipo y la calma a lo largo de un recorrido algo caótico en la presentación a la prensa.
Leibovitz trabajó desde 1970 para la revista "Rolling Stone" y es autora de innumerables reportajes -como las imágenes de John Lennon y Yoko Ono el día en que más tarde asesinaron a Lennon-. En 1983 se incorporó a "Vanity Fair" y lleva 25 años colaborando con la revista, además de trabajar desde 1998 también en "Vogue". La exposición, que se inauguró días atrás y estará abierta hasta el 6 de setiembre en el marco de PHotoEspaña 2009, incluye más de 200 imágenes que combinan su trabajo profesional, como la célebre portada de "Vanity Fair" en la que se ve a la actriz Demi Moore desnuda luciendo su embarazo, con su vida privada, como su familia, la muerte de su padre o el nacimiento de sus tres hijas.
"Soy una gran fan de la fotografía", explicó con respecto a su proceso creativo, porque a diferencia de la pintura, que estudió en el Instituto de Arte de San Francisco, ir siempre cargada con una máquina de fotos le permite explorar. Por ello, siendo estudiante se decidió por las clases nocturnas de fotografía, porque la pintura abstracta que se enseñaba entonces no la llenaba.
"Yo quería algo más basado en la realidad", explica. Y esa realidad y naturalidad surge en todas sus imágenes sin artificio, alejadas de la foto de estudio aunque estén planeadas y pensadas, que permiten un acercamiento sensible tanto a las grandes estrellas como a su familia o a las víctimas del sitio de Sarajevo, adonde fue acompañando a su pareja, la escritora Susan Sontag.
Ella también forma parte de la muestra, pese a las dudas iniciales de la fotógrafa de mostrar este aspecto de su vida tras la muerte por cáncer de Sontag en 2004.
Aunque afirma que no pretende hacer sentir cómodos a sus fotografiados, lo cierto es que casi ninguno se resiste a su lente, ni siquiera políticos como Bill Clinton o Nelson Mandela. La Sociedad Americana de Editores de Revistas eligió sus fotografías de Lennon y Ono y la de Demi Moore como las dos primeras de las 40 mejores portadas de los últimos 40 años.
Para ella, sin embargo, es mucho más cercana una foto privada que hizo de Moore embarazada y su esposo de entonces Bruce Willis abrazándola, que también se exhibe. "Es que las portadas hoy son cada vez más como anuncios publicitarios", se lamentó. Aún así, aquella imagen desnuda fue considerada polémica y revolucionaria cuando "Vanity Fair" apostó por ella. Y para su carrera tuvo un excepcional golpe de efecto positivo.
DICE ELLA
* "La fotografía es un medio maravilloso. Ahora, con estas instantáneas rodeándonos, estamos lo más cerca posible de lo que yo soy. Y de algún modo ellas nos dicen las miles de formas diferentes en que puedes utilizar una imagen, cómo dirigirla. Aquí hay fotos personales y de encargo, pero en mi caso son dos vertientes que se equilibran, incluso que se necesitan, una tira de la otra".
* "Me doy por satisfecha si hago cinco fotos buenas en un año. Conozco la diferencia entre una buena foto y otras de circunstancias... Pero el verdadero trabajo personal es la edición del material".
* "Mantengo la libertad laboral pero con la responsabilidad de los años y del tiempo también crecen los miedos. La semana próxima tengo un trabajo y ya estoy nerviosa, pensando cómo lo voy a resolver. Aunque usted me pregunta por aquellos trabajos míos de los años 70... Entonces yo era una niña... Me gusta ver aquellas fotos, pero no olvido la edad que tenía entonces, ni la ingenuidad. Lo que me gustaba entonces era ser joven, no tener prejuicios, lanzarme a los retos de cabeza. Pero llegar a una edad como la mía me permite saber realmente lo que hago. Eso es mucho más interesante. No quiere decir que pierdas pasión, pero entran en juego muchas variables que te pone delante la vida".
PARA CONOCERLA AÚN MÁS
Annie Leibovitz mira sus propias fotografías con un punto de distancia. Concentrada no en lo que está viendo, sino en aquello que ha vivido en cada una de sus imágenes. Suele pasar con algunos fotógrafos: "lo que importa de una instantánea late por debajo, allí donde comienza esa magia de lo que no se ve, una historia, una aventura, un mensaje, una huella, un amor", dice ella.
* Leibovitz (Connecticut, 1949) forma parte de la íntima tribu de fotógrafos que ha hecho de su trabajo un referente global. El retrato, el paisaje, la escena íntima, el 'glamour' desmedido de las estrellas de cine, el lujo... Todo esto conforma el ADN de su obra. Ha retratado a la Reina de Inglaterra y a Keith Haring, a Demi Moore embarazada, a Brad Pitt o la agonía de su padre, un cuerpo acribillado en Sarajevo y un atardecer color azafrán desde una orilla del Nilo. Algunas de estas imágenes han sido portadas de 'Vanity Fair', de 'Vogue', de las mejores revistas. Comenzó en 'Rolling Stone' en los años 70. E inauguró una forma de mirar con algo de punk y un volcán en las córneas.
* Según consenso, una de las mejores portadas del siglo XX viene firmada por ella. Fue en 'Rolling Stone', con aquella foto en la que John Lennon desnudo se abraza en el suelo al cuerpo tumbado de Yoko Ono, vestida. Era el 8 de diciembre de 1980. Ese mismo día, cinco horas después, Mark David Chapman descargó seis 'plomos' en el enjuto cuerpo del músico cuando entraba en el portal de su casa, en el edificio Dakota de Nueva York.
* Pero si hay una presencia que gravita por el aire de la exposición es la de la escritora estadounidense Susan Sontag, su amante, su cómplice, su compañera. "Era una mujer maravillosa", dice con un punto de nostalgia.
* Es más que una fotógrafa de moda. Es más que un ojo educado con precisión para sacar de una imagen publicitaria el caldo de algo nuevo. Es, esencialmente, una exploradora febril de rostros y de escenas, capaz de traspasar la anécdota para enseñar lo que hay por debajo de la piel del mundo.
* Metro ochenta de estatura, la melena rubia y suelta, ojos de voracidad detrás del perímetro breve de los anteojos. Las manos grandes de foquista. El verbo rápido para ir dando alguna pista más sobre sí misma, sobre su trabajo, sobre la vida: "Qué misterio la vida, ¿eh?", apunta con una mueca interrogante.
TEXTO: Romina López La Rosa
FOTOS: agencia AP