No cabe duda de que el tema del momento es cómo proteger a nuestras plantas de las heladas. Ya quedó dicho que lo más importante es la correcta ubicación en el momento de plantar al reparo del viento del suroeste y con pleno sol en invierno.
Sólo después de estas precauciones pueden ser efectivos otros métodos pasivos que podamos intentar.
Uno de ellos y el más económico, es usar las hojas que nos brinda el otoño y que luego -una vez descompuestas- aprovechamos como abono. Pero se me ha consultado sobre la eficacia de la manta antiheladas y aquí me han metido en un brete, por lo que he optado por hacer consultas.
En primer lugar, aclaremos que estamos hablando de heladas suaves en el ámbito de una ciudad valletana. Es decir, temperaturas que no vayan más allá de los 5ºC bajo cero.
Las mantas tipo tul
Lo que se comenta en Internet es que la manta antiheladas, que es como un tul, atrapa entre sus fibras a la humedad que asciende del suelo y que ésta, al congelarse dentro del tejido, forma una especie de "iglú" que teóricamente protegería del frío.
Consultada la ingeniera Norma Iglesias, especialista en horticultura del INTA Alto Valle, descarta esta propiedad. Según esta especialista dependerá principalmente del lugar en que se hallen las plantas a proteger, de la temperatura que pueda acumular dicho sitio en horas de sol y de un buen reparo del viento.
Lo que la manta haría sería retardar la salida de calor desde la superficie que cubre, con la ventaja de que permite la salida de la humedad y el calor excesivos.
Un nailon traslúcido, como el que se usa en primavera para proteger y adelantar almácigas de tomate -por ejemplo- requiere un control constante y su apertura cuando sale el sol, ya que si se lo deja cerrado se "cocinan" las plantas en su interior. La tela antiheladas se puede dejar como cobertura durante el día, porque permite el escape del calor excesivo.
El INTA San Pedro ha hecho experiencias positivas con este material en la protección de plantines de cítricos en vivero (www.inta.gov.ar/sanpedro/info/doc/fru/ana_004.htm).
Forrado de troncos
Traspolando estas informaciones técnicas, creo que lo mismo sucedería si forramos troncos y ramas de plantas sensibles como los cítricos o los ceibos. Si el material con que se los envuelve se moja, puede ocasionar el deterioro de los tejidos suaves que se desea proteger.
Puede resultar interesante el "nailon de burbujas" traslúcido. Las burbujas atenuarán el frío, pero si la corteza no puede "respirar" y se acumula humedad, se podría producir el mismo efecto de deterioro de los tejidos.
En resumen, lo más afectivo sigue siendo una buena ubicación y las medidas pasivas serán sólo otro elemento más.
Carta de lectoresHola, soy María Beatriz y vivo en el Barrio Santa Genoveva de Neuquén. Recientemente se murió un níspero grande que tenía en el patio y nos quedamos sin su gran sombra en la ventana del patio y la cocina. Yo necesito tu consejo sobre cuál árbol plantar en qué época y, si fuera posible, que sea de crecimiento relativamente rápido y lindo. Tengo un patio de unos 10 por 10 metros. Saludos y gracias. Se reiteran las consultas sobre qué árbol plantar en espacios reducidos. En la gran mayoría de los casos se quiere un árbol que crezca rápido pero no alcance gran volumen y aquí radica el problema.Para que un árbol sea de crecimiento rápido, tiene que ser necesariamente vigoroso. De ese modo alcanzará cierto volumen en pocos años, pero después no lo paran “ni con bolsa mojada”.Si se quiere un árbol que desarrolle poco volumen se puede optar por un “crespón” (Lagerstroemia indica), un “árbol de Judea” (Cercis siliquastrum) o una “acacia de Constantinopla” (Albizia julibrissin) ... y por supuesto armarse de paciencia. La mejor época es ahora, antes de los fríos, pero también la primavera.