oy a retomar el tema prometido, o sea cuál es mi punto de vista con respecto al riego por goteo en árboles de vereda. La intención es abrir el debate sobre este punto, que creo fundamental como base de discusión sobre cuál es el tipo de árbol que se adapta a la aridez de nuestras ciudades.
He hecho referencia a Mendoza capital, a la cual califico como "la capital mundial del arbolado urbano". Esta distinción el mendocino se la ganó con conciencia ambiental ... y agua.
Nosotros nos hemos dedicado a borrar prolijamente las acequias de los pioneros (y lo seguimos haciendo) y hemos convertido a nuestras ciudades en aridez total. Regamos los jardines con agua potable, pero los árboles de vereda se las tienen que arreglar como puedan. En ese contexto, el riego por goteo aparecía como una forma sencilla de evitar el daño que provocan las raíces en su búsqueda de agua, pero hoy tengo mis serias dudas sobre su efectividad.
OXIGENO Y AGUA
Una de las funciones de la raíz es el anclaje. Por supuesto, a mayor volumen foliar, mayor necesidad de raíces extendidas y fuertes... cuanto más extendidas son, mayor anclaje brindan.
Ellas son seres vivos y necesitan agua y oxígeno. Si el agua se halla a gran profundidad serán predominantemente verticales, pero si hay humedad en superficie y el suelo no permite el ingreso de oxígeno, no lo pueden hacer y crecerán superficialmente.
Si un olmo crece en medio de la estepa patagónica y el único riego que recibe es por goteo, las raíces seguirán esa humedad y crecerán en profundidad hasta donde puedan respirar.
Si lo hace en una vereda teniendo cerca el riego de jardines o el aporte de cañerías con pérdidas, el goteo para mantenerlas a raya pierde efectividad porque encuentra alternativas de agua y oxígeno.
Eso explica por qué -a mi juicio-ese olmo asfixiado entre veredas y cimientos rompe todo y aparece hasta en el inodoro. Simplemente no puede prosperar bajo el asfalto, donde no llegan el agua ni el oxígeno. Las raíces son seres vivos e "inteligentes" que "huelen" el agua y hacia allí se dirigen... o mueren. Así de simple.
Cortar las raíces superficiales pone en riesgo su estabilidad y es "pan para hoy y hambre para mañana", ya que invariablemente las que las sustituyen seguirán el mismo patrón genético, el que es variable según la especie e incluso la variedad de que se trate.
Teodorico Hildebrandt
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