Lo que se lleva:
• La conciencia ecológica.
• Reciclar casas, muebles y ropa.
• Tener tiempo para los demás.
• No hablar de la recesión mundial. Disfrutar lo que queda.
• Moverse en bicicleta.
• Los anteojos con el marco grueso; si son JACK mucho mejor.
• Los pantalones muy anchos.
• Disfrutar de las producciones fotográficas de los talentosos Mert Alas y Marcus Piggot -más conocidos como Mert+Marcus-. Son las nuevas estrellas de la fotografía de moda.
• Ver seguido las tendencias urbanas que se llevan en www.thesartorialist.blogspot.com
• Correr en la playa y que no se te mueva nada.
• Ser uno mismo: por lo tanto, que nuestra casa sea según las necesidades.
• No terminar nunca de decorar la casa. Siempre con materiales verdaderos.
• Una sola obra de arte antes que cien reproducciones por todas las paredes.
• Ampliar fotos, encuadrarlas y apoyarlas en el piso. Lo más.
• Sí a la sorpresa, a la armonía, el color, la mezcla, la creatividad útil y a la innovación justa.
• Liviano y fresco, para dejarse llevar: Sua Lemon. Este frizante de vino blanco tiene uvas de chardonnay, chenin, torrontés y semillón. Su color es de un amarillo brillante, con reflejos verdosos. Una joya.
• Webear por http://hablaloconmiabogado.blogspot.com. Para ellos y ellas. Crónicas urbanas. Imperdible.
Lo que no se lleva:
• Ser sedentario
• Pasearse con el perro. Horrible. Fue.
• Andar vestidas/os todas/os iguales.
• El exceso de cirugías. Pululan hasta el hartazgo, cerca nuestro, mujeres sin rasgo alguno. Patético.
• Seguir viendo Sex & the City.
• Quejarse, hablar de enfermedades y de dinero.
• Seguir la moda al pie de la letra.
• La actitud “winner” permanente. ¿A quién le ganaste?
• Ser y mostrarse opulento.
• No dejar por un instante el celu.
• La gente autorreferente.
• Seguir hablando de Madonna.
• Fumar. Atrasa.
• No leer ni un libro, siquiera. Recuerda la brutalidad menemista.
• Los anteojos ultrachatos onda intelectual. Hartaron. Además, quedan mal.
• No asumir la edad y pasar por pendex-viejos o pendex-viejas. Dan penita.
• La locura por lo ultralimpio.
• La iluminación fría y con exceso de vatios.
• Hacer la casa para el show-off.
• Ser autodidacta, no dejarse asesorar, pensar que “se tiene muy buen gusto” siempre.
• La cara de traste.