Soy se inicia lo que en nuestra región -tradicionalmente- es el último mes de calor, ya que marzo suele venir acompañado de un descenso paulatino de la temperatura y aumento de la humedad relativa, especialmente de noche, lo que se puede comenzar a ver con el rocío matinal ... cuando esto se verifica en forma casi cotidiana, podemos decir que “lo peor ya pasó”.
Por supuesto, cuando me refiero “a lo peor” lo hago en dos sentidos: el calor y la falta de agua, dos temas que van unidos “como el hambre y las ganas de comer”. Por eso quiero hacer hincapié en este tema porque creo que los jardineros “de ley” tenemos mucho que decir al respecto.
Un jardinero “de ley”, un verdadero “loco por las plantas”, es un vecino responsable en el uso del agua potable, que es la que en definitiva está escaseando, porque nuestro río Negro la sigue trayendo en abundancia. Esta carencia está provocada tanto por los que la usan en forma irracional como por los responsables políticos que no han sido capaces de prever la ampliación de su captación, almacenamiento y distribución ... algo que para los técnicos no es demasiado complicado calcular.
Llegamos entonces a los pedidos de no riego en nuestros jardines “aunque sea por unos días”, como ha sucedido en la ciudad de Neuquén. El argumento es que “por unos días un jardín aguanta”.
Creo humildemente que si se riega en los horarios permitidos, o sea de noche o de madrugada, cuando el resto de la población está descansando, no debería haber problemas y se podría convivir en paz.
Por ejemplo, si se tiene un riego por aspersión automatizado, con cisterna de agua potable, es muy simple programar el riego entre las 22 y las 5 de la mañana, con lo cual ésta se volvería a llenar antes de que el agua se haga escasa y obligue a aumentar la presión en la cañería hasta el punto de colapsar y dejarnos sin agua a todos.
Reitero que el mejor riego es el que se realiza entre esos horarios y en la cantidad necesaria, pues el suelo absorberá y almacenará el agua con mayor facilidad y las plantas tienen tiempo de aprovecharla íntegramente. Con mayor razón si las superficies de césped se restringen a lo mínimo, se seleccionan plantas adecuadas y se colocan en los lugares que más las favorecen ... esto es lo que en los Estados Unidos se denomina “xeriscape”, o sea “jardinería para zonas áridas” y de lo cual ya hemos hablado en su momento.
El problema de la escasez de agua es universal y no “privilegio” de países en vías de desarrollo. Los Estados Unidos lo están padeciendo desde la década del 50 del siglo pasado y han encontrado formas y métodos de tener jardines sin afectar a los demás ... Colorado, Arizona, California, son testimonios elocuentes.
PLAGAS Y
ENFERMEDADES
Otro tema que considero interesante analizar, es el de las plagas y enfermedades en nuestros jardines. En ese sentido, febrero es también el mes límite para muchas de ellas.
Si hablamos de enfermedades en los jardines, tengo la certeza de que muchas de ellas son producto de mal manejo ... del agua. Una planta que crece en un suelo con buen drenaje y que recibe el agua (de buena calidad) que necesita difícilmente enferme porque son las situaciones de estrés hídrico las que las ocasionan, tanto por carencia como por exceso y la consiguiente asfixia de raíces cuando ésta se acumula sin drenar.
Las numerosas cartas de lectores que recibimos dan pie para hacer esta afirmación.
Veamos entonces el tema de las plagas ... de los “bichos”, como generalmente decimos. En ese sentido, desde la década del 80 que venimos diciendo que cada plaga tiene sus enemigos naturales capaces de controlarla y que sólo es cuestión de saber “pilotear” las situaciones extremas con estos aliados incondicionales que “laburan por la comida”.
Los pulgones son “bocadito de cardenal” para vaquitas de San Antonio, microavispitas, crisopas, chinches predatoras, mamboretás e incluso para los gorriones, que los picotean incesantemente. Las cochinillas son algo más porfiadas, pero una buena cura con aceite emulsionable las elimina sin peligro de toxicidad.
El calor de estos meses pasados ha traído una “explosión” de arañuelas, especialmente en plantas sensibles como los sauces (especialmente los “eléctricos”), paraísos, piracantas y otras. El descenso de las temperaturas traerá alivio, pues son producto del calor extremo.
Ellas también tienen sus enemigos naturales que las controlan, especialmente arañuelas predatoras. Si la cosa se pone muy “densa” y la defoliación es intensa, se puede probar primero con mojar el follaje con la manguera para lavarlas y aplicar aceite emulsionable de verano al 2%, que las asfixiará sin contaminar el ambiente de su jardín. Tome nota y en la próxima temporada, allí por noviembre, se lo aplica nuevamente en forma preventiva.
El método orgánico funciona perfectamente y la prueba es que ya son cada vez más los productores frutícolas que lo están adoptando. Ellos no lo hacen sólo por convicción sino también por un motivo económico.