Desde la recepción del nuevo edificio para el instituto Silvana Morales se accede a la planta alta por medio de una cómoda escalera metálica, que ubicada en un ambiente de doble altura vincula espacialmente ambos niveles. "Ascendiendo, desde el descanso se destaca notablemente el muro curvo de vidrio; este detalle de gran valor estético absorbe la luz solar que ingresa por la ventana del aula contigua y la refracta al ambiente creando un agradable efecto de luz". En el primer piso se ubica un hall de distribución a partir del cuál se puede visualizar dos aulas más, una de las cuáles con la misma función que la dispuesta en planta baja, y la otra para el dictado de clase de adolescentes y niños; se podría decir que con una influencia modernista se combinan vidrio, metal y tonos grises. "Fue una premisa para el diseño del espacio interior el uso correcto de la luz natural, lo que proporciona un adecuado confort en las personas que participan en las actividades desarrolladas en estos espacios. Consecuencia de ello es la excelente acústica del lugar, perfectamente lograda a partir de la correcta utilización de materiales y la geometría de la especialidad", afirmó la arquitecta Moreno.

En la elección de las instalaciones y referido a la climatización, complementan las propiedades físicas y naturales del edificio un sistema de calefacción por radiadores e agua caliente y equipos de aire acondicionado en ambas plantas, priorizando el confort en cada uno de los espacios interiores.