Gianni Versace es una de las figuras más relevantes de la moda en el último cuarto del siglo XX y protagonista destacado del nacimiento del pret-a-porter en su país.
En 1972 se trasladó de su pueblo natal a Milán para colaborar con las firmas Genny, Complice y Callaghan. A partir del estilo new romantic creado para Complice a finales de la década de 1970 se dedicó con empeño a la fusión de la moda elegante con la informal y la masculina con la femenina. En sus vestidos combinó la seda, la piel, el metal y el plástico como nadie antes lo había hecho, empleando tejidos estampados, bordados y decoraciones en relieve. A pesar de tener en cuenta la tradición, Versace no propuso un retorno nostálgico sino un vestuario singular y complejo, atento a las influencias americanas y a la cultura juvenil. También realizó vestuarios teatrales, en especial para los ballets de Maurice Béjart, así como diversas colecciones de accesorios, perfumes, lencería íntima (especialmente para sus seguidores gays) y moda infantil. Fue todo un suceso.