El mercado inmobiliario encontró un nuevo nicho de negocios en Mendoza: el desarrollo de countries del vino, sitios ideales para acunar viñedos de primera calidad y vivir dentro de él. Donde hasta hace poco nadie lo imaginaba y de la mano del gran crecimiento de la industria del vino, algunos desarrolladores proyectaron sobre tierras desiertas un creativo e innovador producto inmobiliario que combina la posibilidad de ser propietario de un viñedo, vivir en él y producir vinos con marca propia. Ese cúmulo de experiencias es posible de obtenerlo en los nuevos countries de viñas que están floreciendo en Mendoza, de acuerdo a un relevamiento de Reporte Inmobiliario. Uno de los emprendimientos que sobresalen se encuentra a sólo 35 minutos de la ciudad de Mendoza y a menos de una hora de su Aeropuerto. Allí, en la cuna de la emblemática cepa malbec, en la zona de Alto Agrelo, Luján de Cuyo, sobre 800 hectáreas se erige Santa María de los Andes donde es posible convertirse en propietario de fincas de viñedos de entre 1 a 7 has y además construir una vivienda para residir en forma permanente o contar con ella como segunda residencia. El propietario de las parcelas, puede obtener alrededor de 6.000 botellas de vino por hectárea y decidir cuantas de ellas contarán con su propia marca o bien ceder una parte o todo a la administración del emprendimiento que lo comercializará por su cuenta. Las parcelas se comercializan a un valor de 120.000 dólares por hectárea con viñas que cuentan con riego por goteo e incluye el acceso a los beneficios y espacios comunes del emprendimiento que contará con un club house-casa de huéspedes, cuya construcción se haya prácticamente finalizada, piscina, estanque, caballeriza y quincho, entre otros. El pueblo de viñas, contará también con un hotel y un área cultural. En el departamento de Tunuyán se encuentra en pleno proceso de desarrollo e implantación de vides otro emprendimiento ligado al vino aunque más focalizado a la experiencia de la producción, explotando el concepto de loteo de viñedos. Private Vineyard Estates, iniciativa del estadounidense Michael Evans y del desarrollador mendocino Pablo Gimenez Riili se asienta sobre doscientas hectáreas en donde se distribuyen 120 fracciones individuales. Sólo contará con una veintena de lotes en donde se podrán construir viviendas, ya que su foco se encuentra centrado más a la explotación del viñedo por parte de sus propietarios que a la residencia. No obstante la experiencia de vivir entre viñas también se podrá obtener a través del hospedaje que brindará un hotel boutique dentro del emprendimiento. El auge del vino a nivel mundial y el crecimiento exponencial de calidad logrado en Argentina junto a la competitividad de precios de la tierra apta para vitivinicultura con respecto a otras localizaciones de similar calidad, auguran un porvenir más que interesante para esta combinación de vino y desarrollo inmobiliario que seduce de manera muy particular a extranjeros provenientes de Estados Unidos, Canadá, Europa y Brasil. (DyN) “LA RUTA DEL VINO NO ES SOLO UN RECORRIDO”El turismo vinculado a la vitivinicultura, sector que fue creciendo de manera importante en los últimos años en Estados Unidos y Europa, ha cobrado significativa importancia en la Argentina. Es así que la Secretaría de Turismo (SecTur), el Instituto Nacional de Promoción Turística (InProTur), el Consejo Federal de Inversiones (CFI) y Bodegas de Argentina diseñaron un plan para fortalecer el desarrollo del turismo enológico en el país y el exterior. Prevé una inversión total de 6,4 millones de pesos; de los cuales la mitad será aportados por Bodegas Argentinas y financiados por el Bando Interamericano de Desarrollo a través de su programa FOMIN, en concepto de cooperación técnica no reembolsable y el saldo restante, por la SecTur, el InProTur, el CFI y los gobiernos provinciales de las rutas pilotos involucradas (Mendoza, San Juan, Salta, Catamarca, Río Negro, Neuquén y La Rioja). "Surgió por la necesidad de los mismos actores de contar con un desarrollo y una promoción integrados", explicó a DyN, el director ejecutivo del InProTur, Miguel Angel Cuberos, quien precisó que "el enoturismo es un producto de alta gama, generalmente vinculado a sectores de alto poder adquisitivo". El plan tiene como objetivo mejorar el desempeño de los actores ligados al turismo del vino e implementar un modelo de gestión integral del enoturismo. Hasta ahora, las provincias venían trabajando en el desarrollo de sus rutas del vino. "Argentina está muy bien posicionada a nivel mundial en este segmento", afirmó Cuberos, al tiempo que destacó que "el turismo del vino ofrece nuevas experiencias, como maridar vinos con paisajes y gastronomía". "En la Argentina existen 180 bodegas abiertas al pública, desde emprendimientos familiares hasta grandes empresas, muchas de ellas con alojamientos", indicó Cuberos, quien subrayó que "también hay spa, enoterapia, y otros productos vinculados al vino y al placer". Así concluyó que "la ruta del vino no es solo un recorrido sino diferentes actividades vinculadas con él". (DyN)