"Para el gusto latinoamericano, el pinot noir puede que no sea del todo habitual. En vez de fuerza, concentración y gran cantidad de taninos capaces de soportar el más jugoso trozo de carne, lo que muestra el pinot es la delicadeza, aromas frutales y florales, cuerpo ligero, elegancia. Un tinto que parece blanco", opina Patricio Tapia, editor asociado de Wine & Spirits, en Nueva York, a la hora de hacer recomendaciones a los sibaritas del momento.
"Hoy el pinot noire está de moda y todos quieren tener un trozo de pastel porque es una cepa que se vende y muy bien, sobre todo en verano cuando buscamos tintos frescos, de buena acidez, que podamos servir helados junto a un trozo de atún a la parrilla". ¿Un recomendado? "El pinot histórico de Argentina es el que hace la bodega Canale, pionera en el Alto Valle de Río Negro, un pinot concentrado y recio".