La gran mayoría de los árboles que plantamos en nuestros jardines y veredas son especies y variedades ávidas de agua y esto obedece mayoritariamente a las preferencias de los habitantes de las ciudades del Alto Valle. Si tuviera que rastrear el origen de este fenómeno, lo atribuiría a que gran parte de los que ahora tenemos el placer de poblar esta zona de la Patagonia somos originarios o criados en la pampa húmeda y -consciente o inconscientemente- queremos de alguna forma revivir nuestras sensaciones de la niñez o juventud.
Pero la realidad es que vivimos en una región árida, donde lo que no se riega no prospera. No por nada en la meseta patagónica que nos rodea no existen árboles ... lo único que podemos llamar así son algunos bosquecillos de chañares, que se ubican estratégicamente en hondonadas u otros sitios puntuales donde reciben un "pucho" de agua y se hacen más numerosos a medida que avanzamos por la Ruta 22 hacia la costa atlántica, donde las precipitaciones son algo mayores.
Si observamos las plantaciones que realizaron nuestros pioneros valletanos, observaremos que de esos tiempos épicos quedan en pie -como testimonios- tamariscos, olmos, plátanos, algunas palmeras y eucaliptos. Luego, al habilitarse el Canal
Principal de Riego, que atraviesa el Valle como una gran arteria que lleva vida, prosperaron las alamedas a las orillas de las acequias como cortinas rompevientos.
Es que nuestros abuelos "no comían vidrio" y eran muy observadores. Si hoy en día despreciamos al tamarisco por considerarlo sucio y evitamos los eucaliptos por la fragilidad de su madera, deberíamos ubicarnos mentalmente en qué sucedía a fines del Siglo XIX y comienzos del XX, cuando los vientos azotaban a los pioneros y los campos que con esfuerzo se emparejaban a pala de buey un día, amanecían como un médano en el siguiente ... y otra vez la mula al trigo.
Usted seguramente ya habrá adivinado hacia dónde conduce el hilo de mi pensamiento. En primer lugar creo imprescindible que tomemos conciencia de dónde vivimos ... los valles irrigados son oasis dentro de un semidesierto y, si no cuidamos los recursos agua y suelo, el desierto puede volver a ganarnos.
Babilonia, la ciudad famosa por sus jardines colgantes, cultivaba trigo, un cereal de gran valor nutritivo y sus habitantes eran fuertes y sanos. Debido a mal manejo del riego por inundación los suelos se fueron salinizando y ya no se podía tener trigales, por lo que se echó mano a granos más resistentes pero de menor valor nutritivo ... creo que se terminó con mijo o alpiste.
El resultado fue un descenso de la calidad nutricional de los habitantes, quienes mermaron en su rendimiento físico e intelectual y los ejércitos enemigos terminaron por dar el golpe de gracia a una civilización en decadencia.
ARBOLES RESISTENTES
Desde mi punto de vista debemos actuar con sentido común y aprovechar las experiencias de nuestros abuelos y lo que se hace en otras regiones del mundo. Hay árboles que son realmente muy hermosos y por supuesto que tenemos derecho a plantarlos para disfrutar de ellos, pero hagámoslo en sitios donde puedan prosperar por muchos decenios. Si no tenemos certeza de que las condiciones de suelo y riegos futuros les aseguren bienestar, deberíamos abstenernos de plantarlos. Creo que a nadie se le ocurriría plantar un sauce o un álamo en plena barda sin riego, pero sí lo podría hacer con un olmo, un tamarisco o un eucalipto.
Hoy les quiero ofrecer un breve listado de árboles que son plantados en ciudades de los Estados Unidos que han hecho ley la preservación del recurso agua. Seguramente verá algunos conocidos y otros que le llamarán la atención.
Creo que es función de cada municipio analizar el tema y -de una buena vez- planificar el arbolado del futuro. Nosotros, los "locos por las plantas", deberemos acompañar esos esfuerzos tomando conciencia del lugar en que vivimos y lo que podemos hacer en nuestros jardines.
LO QUE SE PLANTA EN EE.UU.
Datos de los estados de Arizona, Colorado y Texas. Consigno los que se pueden conseguir en la región, a veces bajo pedido (entre paréntesis, número de la foto correspondiente).
Acacia cultriformis (1) (acacia aromo de hojas pinchosas y lento desarrollo), Acer negundo (arce), Acer ginnala (arce de Siberia), Ailanthus altissima (Arbol del cielo, crece espontáneamente en nuestra región), Celtis spp. (tala), Crataegus spp. (2) (no confundir con Pyracantha), Cercis siliquastrum y canadensis (Arbol de Judea), Eleagnus angustifolia (Olivo de Bohemia, plaga en la región), Fraxinus pennsylvanica (similar a nuestro fresno), Gleditsia triacanthos (3) (Acacia negra, de grandes espinas), Gleditsia triancanthos inermis (variedades sin espinas), Koelreuteria paniculata (4) (Arbol de los farolitos), Olea europea (olivo), Quercus rubra (Roble americano), Quercus robur (Roble europeo), Lagerstroemia indica (Crespón o Espumilla), Prosopis alba (algarrobo argentino), Prosopis chilensis (algarrobo chileno), Rhus glabra, Sophora japonica y secundiflora (Sófora), Ulmus pumila (nuestro "odiado" olmo), Phoenix canadensis (la palmera heredada de nuestros pioneros).
Por supuesto, esta es sólo una aproximación y hay mucho más para comentar, pero no me quiero poner pesado "como submarino a remo".
TEODORICO HILDEBRANDT
eljardin@rionegro.com.ar
www.plantasymascotas.net