Ambos son dos productos que se consiguen con facilidad en nuestra región del Alto Valle. El yeso es un mineral que proviene de canteras explotadas por compañías que lo hacen a escala industrial, pues tiene múltiples aplicaciones en la industria y el agro, de forma que es exportado a diversas regiones del país. El aserrín es un desecho orgánico originado en los aserraderos de la región que trasforman los álamos en tablas para la industria maderera.
EL YESO
El yeso es sulfato de calcio y es usado tradicionalmente por nuestros chacareros para "lavar" las sales de sus chacras. El "yeso agrícola" es una forma molida de este material y se aplica en capas sobre el suelo de la chacra que luego se lava con el agua del riego por manto (o inundación). Este yeso se combina con las sales del suelo y el riego disuelve este conjunto, lo arrastra hacia los desagües y éstos lo conducen finalmente hacia el río. Este es el mecanismo que durante muchos años funcionó en el Alto Valle, pero como consecuencia de la baja rentabilidad que paulatinamente iban padeciendo los productores hubo ciertas prácticas que se fueron dejando de lado, en este caso específico la limpieza de dichos desagües, lo que se complicó aún más debido a la existencia de muchas chacras abandonadas o que se van destinando a countries u otros asentamientos, que no tienen obviamente interés en asumir dicho mantenimiento.
Dentro de nuestras ciudades o incluso en sus periferias, donde los desagües ya casi no existen, la única forma de "lavar" las sales es por medio de un buen riego presurizado (aspersión, microaspersión o goteo) con agua de buena calidad y un excelente drenaje que permita que el yeso y las sales puedan llegar sin problemas a las capas freáticas donde seguirá su curso natural hacia los ríos.
Además de esta propiedad de "atar" las sales, el yeso agrícola tiene la particularidad de "flocular" el suelo, o sea separar las partículas sumamente apretadas de un suelo arcilloso (pesado), lo que lo hará más esponjoso y aireado.
Una alternativa muy interesante que personalmente estoy usando con muy buen resultado son las piedras de yeso del tamaño de un puño. Como no se pueden colocar sobre el suelo porque complicarían el manejo de un jardín, especialmente con césped, se deben agregar por debajo, enterrados a una profundidad suficiente para permitir el paso de la cortadora de césped. Estas piedras se irán lavando con el paso del tiempo, pero le darán tiempo al césped y otras plantas a colonizar el suelo con sus raíces y formar una comunidad armónica y estable. Condición indispensable para eso, es que el agua de riego sea de buena calidad, o sea con el mínimo posible de sales. En resumen, el yeso agrícola o en piedras será útil para mejorar la estructura física del suelo, permitiendo el desarrollo de una gran diversidad de vida microbiana, que es la auténtica hacedora de su fertilidad.
EL ASERRIN
Podemos decir que tanto el aserrín como la viruta de álamo, proveniente de aserraderos que utilizan rollizos sin tratar con conservantes como sería el caso de la madera de carpinterías de muebles, son el elemento orgánico por excelencia para mejorar suelos tanto arenosos como arcillosos.
Su precio es accesible y su poco peso lo hace muy manejable, pues permite ser llevado desde una vereda al interior del jardín con lienzos operados por dos personas. Hay que destacar que es neutro en cuanto a nutrientes que aporta, por lo que no fertiliza sino que sólo mejora la estructura física del suelo. En suelos arenosos, que necesitan retener más agua y menos aire entre sus partículas, cumple muy bien esa función, pues se descompone con facilidad y se integra al suelo. No existe límite en cuanto a la cantidad a agregar, lo que estará dado solamente por su facilidad de laboreo para incorporar una capa superficial por medio de un punteado mezclador.
En resumen, el aserrín de álamo, inocuo y liviano es el elemento ideal para darle consistencia a suelos arenosos y hacer más livianos y mullidos a los arcillosos. Incluso da excelentes resultados si se lo aplica sobre cultivos ya establecidos, especialmente césped, herbáceas y arbustos.